Arrasando con la Magia.

Capitulo 40 - Lazos a través del tiempo -

Desde que Ethan se sacrificó para salvar al mundo de la furia del dragón legendario Tenebrarum han pasado 2 años. Guiados bajo la jurisdicción secreta de Imbo, Miguelangel, Sam, Red, Lyte y Rypserk emprendieron una titánica travesía para llegar a la tierra de los elfos, Elvastín, para encontrar una forma de devolver al ojiazul a Gaia.

Durante esos dos años muchas cosas han pasado, así como tambien el mundo ha cambiado. Cerbero se estableció al sur de Oreshiam, y desde ahí armó su ejército de engendros, y con él emprendió un ataque a los orcos pertenecientes al continente, aún hoy en día esa batalla persiste. En las ruinas de Celestia se han establecido distintos espíritus elementales.

El imperio de Tintia se alzó después de más de 50 años sin hacer acto de presencia, y con su nuevo rey, alguien muy sabio, ofreció ayuda a cualquier celestino que se mantuviera con vida. Las disputas entre los imperios  Tintio y Celestino han sido desde generaciones los más prominentes del mundo, tanto así, que las pruebas para los altos mandos celestinos consisten en hacer ataques sorpresas a pequeños pueblos bajo la custodia de Tintia. Pero se corrió la noticia de que la gran ciudad blanca había caído por morder más de lo que pudo tragar, siendo destrozada tras perder contra la ofensiva Khur'Galehn y el destructor Tenebrarum.

Por otro lado, los avatares se dividieron en dos grupos internos, los que quieren ayudar a los hombres a reconstruir el mundo y los que quieren castigarlos, perteneciendo al primero Lemy, Gaón y Fujin, el segundo conformado por Raijin, Prygnio, Drono y Miracua, los últimos argumentando que los hombres fueron los que los apresaron durante décadas.

-          ¡Pero no podemos solo abandonarlos! – decía el señor de la luz

-          ¡¿Tengo que recordarte cuanto nos usaron?! – replicaba el amo del fuego

-          Pero bien saben que no todos son así, recuerden hermanos que fueron los celestinos quienes nos capturaron, los orcos, elfos y Tintios no tienen nada que ver – Explicaba el dueño de los vientos

-          Gaón piensa que ¨ventarrón¨ tiene razón, los celestinos ya recibieron su debido castigo, tanta fue su ambición que terminaron destruyéndose a sí mismos, Gaón piensa que debemos ayudar a los demás hombres, orcos y elfos a reconstruir el mundo que creamos – Expresaba Gaón

-          Este no es el único mundo que crearon cabeza de piedra, podemos ir a observar a cualquier otro que en verdad lo merezca – decía Drono con ligero siseo

Los avatares guardan silencio, Lemy se retira del salón en el que se encontraban, pero al momento de salir un relámpago golpea la puerta, el señor de la luz se protege con un escudo luminoso y gira lentamente la cabeza.

-          Hermano Lemy, aún no he dicho que puedes irte – decía con voz potente El Patrón de los Relámpagos

-          ¿Y?... no quiero seguir escuchando como quieren destruir lo que hemos creado…

-          Castigar Lemy, castigar, no se puede quebrar lo que en un principio estaba roto

-          Deberías avergonzarte, tú fuiste el que les dio vida… ¿y ahora quieres quitárselas?

-          No me agrada el tono que usas para referirte a mi

-          Tú y yo estamos al mismo nivel hermano, que tú seas más sabio que yo no te hace superior

-          ¿Ah no?, ¿Qué lo hace entonces?

Lemy duda por unos momentos, extiende su brazo izquierdo e invoca un martillo, una espada y una alabarda.