Una Mirada [En Edición]

10.

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¿Yo te gusto?
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Me besaste, Nolan. Y lo hiciste durante toda esa noche y madrugada.

Y al día siguiente... no lo recordabas. Me reí y bromeé con ello y aunque ese día no lo admití, me dolió.

Y entonces te pregunté : — Nolan. ¿Yo te gusto?

No insistí en una respuesta por qué tú esquivaste la pregunta. Y me dije que talvez estabas confundido, que no sabías con exactitud lo que sentías y que no lo tenías tan claro como yo. Después de tantos días llenos de colores brillantes y llenos de vida, llego ese de colores opacos.

Poco a poco dejaste de llamar, abandonaste las tardes de estudio, las noches de películas, las salidas de los fines de semana y de pronto solo nos veíamos de vez en cuando.

Tu llegada a mi vida fue como un huracán. Había pasado de no haber amado nunca a nadie a enamorarme de tí. Me sentí renacer bajo tus ojos, me sentí en el cielo con tus labios sobre los míos, sentí que por primera vez era valiosa para alguien.

Para mí fuiste como dormir felizmente despierta.