Una Mirada [En Edición]

20.

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Un Tratamiento para Tako- Tsubo.
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Tenía razón cuando te llamé una enfermedad crónica y aún más cuando dije que eras mi única cura.

Hasta ahora se desconoce el tratamiento óptimo para esta enfermedad. Me sentí perdida sin rumbo, como si estuviera a la deriva en un mar de dolor y desolación. Aún más cuando todo dependía de mí. Debía tomar como aliado al tiempo y dejar atrás en el pasado todo lo que me hacía sufrir. Suena fácil en teoría, pero llevarlo a la práctica es mucho más complicado.

Debía aceptarlo, Nolan. Aceptar que no me querías como yo a ti, aceptar que no siempre podemos tener lo que queremos. Pero, ¡Yo no te quería! ¿Por qué tengo que causar algo que yo no causé? El último paso era el más difícil: olvidarte. ¿Cómo se supone que uno olvide a su primer amor? Si aquello había dejado una huella tan profunda en mi corazón, era como pedirme que dejara de respirar.

Se suponía que debía tomar, cada recuerdo,desde enero a octubre, cada momento compartido y guardarlos en una caja invisible y enviarla al rincón más oscuro y remoto de mi mente.

¿Cómo se suponía que haría eso sin perderme un poco a mi misma?

No pude hacerlo. Seguí cayendo mil veces, lloré hasta quedarme sin lágrimas. Yo no quería vivir una vida sin ti.

¿Por qué el destino no entendía eso y te colocaba en mi camino? Y créeme que si existiera una lámpara de los deseos, solo pediría un deseo: No haberme enamorado de ti.

Porque sabía que aquellos momentos que vivimos no merecían la pena tanto dolor.