23.

242 36 0
                                    

23Piezas de distintos rompecabezas・⁠۝・

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

23
Piezas de distintos
rompecabezas
・⁠۝・


Me miraste con compasión, pero no hubo respuesta, solo el eco de tu felicidad llamando a tu celular. Pude ver nuevamente esa mirada tuya llena de brillo, aunque fuera por ella. Contestaste y mi corazón, ya hecho trizas, se despedazó al verte partir sin decir una sola palabra.

Era insoportable saber que tu felicidad estaba en otra parte, que tu corazón latía por alguien más. ¿Era tan difícil darme cuenta de que yo era insignificante para ti, un ser sin ningún tipo de valor?

Te seguí, te observé, te estudié, intentando descifrar el código de tu corazón. Pero no importaba cuánto me esforzara, siempre era ella la que ocupaba tu mente. Mi obsesión por ti me consumía, me hacía sentir viva, pero también me destrozaba por dentro.

Y entonces, ese día, lo vi con ella. Sonriendo, riendo, viviendo. Mientras yo me sentía destruida, rota en pedazos, incapaz de salir de este abismo de tristeza.

Me sentí atrapada en este amor no correspondido y tóxico, sin saber cómo escapar, sin saber cómo dejar de amarte. Y tú, simplemente me ignorabas, me dejabas en la oscuridad, sin esperanza.

La decepción me hacía caer en picada. Por más que te amara, yo no era ella, y aunque en el insano amor que sentí hacia ti intenté parecerme a ella, a ti nunca te gusté. Éramos piezas de distintos rompecabezas, para cualquiera mi estado era lamentable.

Incluso en el reflejo del espejo, veía a una sombra de mí misma, vacía y sin valor. No era suficiente para captar tu atención, no era lo suficientemente digna de tu mirada. Me sentía insignificante, como si no mereciera siquiera una palabra tuya. Y entonces apareció ella, radiante y hermosa, un contraste cruel con mi propia insignificancia. Era absurdo compararme con ella, era como comparar la luz con la oscuridad. Me sentía eclipsada por su brillo, reducida a nada más que una pálida imitación de lo que tú realmente querías.

 Me sentía eclipsada por su brillo, reducida a nada más que una pálida imitación de lo que tú realmente querías

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una Mirada [En Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora