Una Mirada [En Edición]

24.

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Ella
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Ella poseía un encanto envolvente, el tipo de mujer que hacía girar cabezas y suspirar corazones. Parecía irradiar luz en cada paso que daba, como si el sol mismo le rindiera homenaje. Su cuerpo era una combinación de curvas de alta perfección. Poseyendo la belleza de una diosa, tan envolvente, tan deslumbrante que era imposible no notarla al pasar.

Ella andaba en las vías principales, mientras que yo me encontraba vagando en los rincones olvidados de tu universo. Ella llevaba el brillo de tu universo. Una mujer con el cabello obscuro como la noche y con ojos brillantes como las estrellas. Desde lejos su resplandor te vislumbraba, convirtiendose en una luz inolvidable e irremplazable.

- Se llama, Ann, Y es modelo.

- ¿De qué hablas, Lana?

- ¿De quién más, Jane? Le harás un agujero de tanto mirarla.

- No la estaba mirando.

- Es su novia... Tu también eres hermosa, Jane.

Yo, por otro lado, era una sombra en comparación, una sombra de la que tus ojos no se percataban. Una sombra envuelta en desdichada.

Era el sol, la luna y las estrellas, Y yo era un simple gota de lluvia.

Cada vez que la veía mi corazón palpitaba con admiración y aún más fuerte con odio.
La odiaba, por qué la amabas. ¿Cómo había logrado ella arrebatarme lo que más había deseado en este mundo?

- Yo, soy su antítesis. - susurré para mí misma.