End (?)

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Before:
"Soltó una pequeña risa al repasar su confusión al escuchar la frase "Pero no estoy interesado en ellas".

—¿Qué pasa?

John volvió a reír, ahora casi inaudible.

—Nada. Es solo que hace un momento pensé que saldrías del armario cuando dijiste que no te interesaban algunas chicas...

—Oh—Alexander también rió. Ante eso John no supo si debía reír o llorar— Pero la persona que me gusta no es una chica.

"Oh.
Si era una salida"

La respuesta era reír.
Y abrazarlo más"

Now

Y cuando le abrazó más una idea pasó rápidamente por su cabeza.
Creyó que quizá era momento de declararse.
Estaba claro que los gestos de cariño de Alexander habían aumentado en las últimas semanas, de manera quizá súbita, y eso le daba algo de valor para decir lo que sentía. Y no es que John Laurens fuese un cobarde, tan solo esperaba el momento adecuado para hacer algunas cosas.

Ante un pequeño sonido quejumbroso proveniente de Alexander, John se separó de él para sentarse en su cama. Hamilton, algo confundido imitó el gesto.

—Espera un momento...

John se levantó rápido  dirigiéndose a su closet. Buscó dos sudaderas y después de arrojar una a Alexander, se puso la otra.

—¿A donde vamos?—dijo Alexander mientras se colocaba la sudadera, con una pequeña sonrisa en la cara.

—¿Quieres ver la estrellas?

"Oh, claro. No se me podía ocurrir nada más original y menos cursi"

John hizo una pequeña mueca ante sus pensamientos y esperó la respuesta de Alexander quien se levantó y dirigió a la puerta mientras asentía bastante feliz aparentemente.
El camino a la azotea fue silencioso, hecho extraño al recalcar que uno que los chicos tendía a hablar sin parar, en cualquier momento o situación.

Estando ya arriba buscaron aún en silencio un lugar cómodo para sentarse.

—Lastima que haya tantas lámparas—se quejó John.

—Evitan que los autos choquen. No creo que sean tan malas—dijo Alexander acompañado de una risa.

—No hay autos a esta hora...—antes de que Alexander pudiese replicar, John se recargó en su hombro bufando por lo bajo y con la vista aún en la estrellas poco visibles.

Alexander hizo que John estuviese más cerca de él al abrazarlo y acomodar sus cabezas juntas.

Ojos iluminados y sonrisas sutiles se hacia presentes en sus caras, temblor en sus piernas y fantasías dulces en sus mentes.

Pero también escenas fatalistas desfilaron por la cabeza de John, ¿Qué tal si lo rechazaba? ¿Qué tan incomodo le resultaría? ¿Y se alejaba de él? ¿Qué tanto dolor se haría presente en su su pelirrojo ser?
Y después de cada escena se repetía la razones por las cuales había decidido declararse. Su cabeza era un total lío. ¿Qué si no se declaraba y mejor le dejaba una carta anónima para ver cómo reaccionaba? Idea desechada inmediatamente pues Alex conocía su letra mejor que nadie. Y porque John estaba lleno de valentía, era un hombre inteligente, valiente y honorable.

Sintió como Alexander acariciaba su cabello y por un momento extrañó estar abrazados en cama sin hablar de nada realmente importante, aunque eso significara resignarse a una extraña e indefinida forma de amistad.

Loving and ShippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora