¿Quién es Adam?

97 13 9
                                    

Durante el camino traté inútilmente de despertarla, al igual, intenté ponerla sentada a mi lado en el asiento trasero pero fue imposible, se aferraba a mí, abrazándome por el cuello mientras decía una y otra vez, o creo que decía  algo que sonaba como "No me sueltes Adam, tengo miedo". Extrañamente, no me molestó como cuando vi a Israel tan cerca de ella, pero ciertamente me dolió.

Me gusta tanto, le he tomado tanto cariño, resulta que no es quien dice ser, otro la pretende y aparentemente piensa en un tal Adam mientras está completamente borracha, dicho de otro modo, no pareciera ser un buen partido. ¡Pero qué fastidio!, igual no puedo evitar seguir enganchado a ella y por eso me he mantenido tan frío, distante y molesto con ella ¿qué me has hecho, Alyssa?.

Al llegar a mi casa, La cargo en brazos mientras sigo dándole vueltas a todo el asunto, ni siquiera sé dónde vive. Quizá sería bueno (aunque un tanto enfermizo) seguirle un día para averiguarlo, quizá así podría descubrir un poco más de ella, si tiene novio, por ejemplo. Y ese novio es el dichoso Adam, si incluso vive con él.

La deposito en la cama mientras voy a la cocina a servir un poco de agua para ella, pero un golpe seco me hace volver antes de tiempo, la encuentro tirada en el piso riendo como una idiota (perdón, así se ve) mientras intenta inútilmente ponerse de pie.

Frustrado, la ayudo a levantarse y la llevo al baño, creo que será necesario que se dé una buena ducha fría, no quisiera que se ahogue con su vomito o algo por el estilo. La llevo a la regadera, y ahí, sosteniéndola, abro el chorro de agua fría (que a esta hora es más bien helada), y contrario a la reacción que creí podría tener, parece disfrutarlo.

Río un poco ante su cara de satisfacción al sentir el agua, pero un segundo después mi mente comienza a divagar sobre ese gesto, trato de traerme a mí mismo a la realidad, pero el vestido empapado se pega indecentemente sobre sus curvas,  y veo dibujándose en la piel descubierta un glorioso camino de gotas que mi lengua quisiera recorrer, nuevamente agito la cabeza mientras me recuerdo que está completamente borracha y si me dejo llevar por el deseo, no sería mejor hombre que Israel, además, va contra todos mis principios.

El agua helada comienza a tener efecto bajo su piel, que comienza a refrescarse.... Y sobre sus ahora, evidentemente erectos pezones ¡joder! Quizá debería llamar a Adolfo para que se encargue de ella, a él no le resultará para nada todo el asunto en  terrible culpa por disfrutar de este momento, cuando no debería.

Cuando la tina está con la cantidad exacta de agua (de modo que le permita sumergirse un poco, más no ahogarse salgo a buscar ropa seca en mis cajones. Unos bóxers y una camiseta interior para ella, y un short que nunca uso para mí (suelo dormir desnudo), mi condición me vuelve muy caluroso y es la única forma en la que puedo descansar, pero evidentemente con Alyssa aquí, no puedo.

Espero que esté un poco mejor y sea capaz de vestirse por sí misma, o mis cabezas explotarán (sí, las dos). La encuentro sentada en la tina, con los ojos abiertos y las pupilas un poco menos dilatadas que cuando la traje, aunque con evidentes efectos sobre ella aún. Le noto un tanto perdida.

Sebastian: ¿Alyssa? –no responde- ¿Alyssa? –silencio- Soy Adam –Sí, soy un cabrón-.

Alyssa: ¿Adam? –se gira hacia mí- Tú te... ¿pintaste el pelo?

Sebastian: Sí, como tú.

Alyssa: ¡Pongámonoslo rosa! –se ríe como cría-.

Sebastian: No, paso. Prefiero mi color.

Alyssa: ¿Y por qué lo tienes negro entonces?, ¿ya no te gusta ser ricitos de oro?

Ok, mi mente piensa muy cerdamente esta noche, no paro de pensar en si se refiere a mi cabello o me ha lanzado un albur para luego decirme ricitos de oro, ahora más que nunca estoy intrigado. ¿Quién es Adam?, ¿un amigo gay?, ¿su novio?, ¿un ex?, ¿una amiga con nombre masculino?.

Alyssa: ¿Me has perdonado? –dice ahora seria, algo triste-

Sebastian: Yo... no estoy seguro, creo que mejor hablamos después ¿sí?.

Alyssa: Quiero que me perdones, lo hice porque te amo, lo sabes,  ¿me dejarás ir?

¿Dejarla ir?, ¡joder, lo ama! Siento un golpe en el pecho que me deja sin aire un par de segundos. Decido dejar de hacer el idiota y salir del baño no sin antes agregar

Sebastian: Creo que es mejor que hablemos después.

A los 5 minutos decido volver por ella y la encuentro desnuda y dormida sobre la tina. ¡Tiene que ser una broma muy pesada del destino!, ¿acaso estas cosas sólo me pasan a mí?

Trato de hacerla reaccionar, pero luego de ayudarla a salir de la tina (y sentir sus suaves, firmes mojados, erectos y maravillosos pechos sobre mi torso), sólo logro hacer que se ponga el bóxer y se va caminando según ella tapando sus pechos con una mano mientras se dirige a la cama y se recuesta abrazando una almohada con la pierna, otra con los brazos, dándome la espalda. Llama mi atención que se acomodó en el lado que no utilizo de la cama, no sé si será casualidad o incluso duerme en perfecta sincronía conmigo. Fionna y yo siempre peleábamos por el mismo lado de la cama, detalle que quizá no es importante, y mucho menos considerando que tengo el colchón más grande del mercado debido a mi altura, pero aquí estoy, otra vez imaginándonos juntos, con un problema menos.

Su tranquila respiración me hace saber que ha caído profundamente dormida. No puedo dejar de mirar lo pacifica y hermosa que se ve, incluso acaricio un par de veces su cabello y finalmente me recuesto sobre uno de mis brazos para contemplarla por más tiempo. En verdad es hermosa, me tiene loco.

En algún momento de la noche despierto y me doy cuenta de que está abrazada completamente a mí, recargando su rostro de angel punk (como diría Dominike) contra mi pecho y durmiendo plácidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En algún momento de la noche despierto y me doy cuenta de que está abrazada completamente a mí, recargando su rostro de angel punk (como diría Dominike) contra mi pecho y durmiendo plácidamente.

Deposito un casto beso sobre su frente y escapo de sus brazos para ir al baño y por un vaso de agua, antes de volver a la cama, son las 5 de la mañana.

ProfesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora