SAY YOU LOVE ME. (Neji Hyuuga)

✨Shock✨

Kata.

— ¡Bien, el segundo examen inicia ahora! — Todos entraron corriendo por las puertas de la zona 44, mientras nosotros entramos caminando.

— Debemos apresurarnos, no quiero que seamos de los últimos en llegar a la torre. — Los observe con los brazos cruzados. — Pero lo más importante, debemos tener mucho cuidado y no morir.

— ¿Morir? — Preguntó Sakura escondiéndose detrás de Sasuke.

— Por algo se llama "El bosque de la muerte" — Dijo con obviedad Sasuke.

Comenzamos a caminar por el bosque buscando algún equipo o algo. Naruto tuvo que ir a hacer del baño detrás de unos arbustos por lo que tuvimos que esperarlo a que terminara.

— Ay, ya tenía mucha guardada. — Observe a Sasuke y asentí para en menos de dos segundos él atacará al Naruto falso.

— Sasuke, ve por Naruto. — Me acerque lentamente al ninja que terminó con el Jutsu de transformación.

— Eres tan estúpido. — Le arroje una Kunai con papel bomba creando una exposición junto a él y al distraerlo tome otra Kunai enterrandola en su hombro.

Mi pie se impactó contra su pecho arrojándolo lejos lo que aprovechó para huir.

— Iré por el. — Sasuke sujeto mi brazo y negó.

— No podemos separarnos, podría ser una trampa. — Asentí y nos acercamos a Naruto y Sakura.

— ¿Estás bien, Naruto? — Me puse de cuclillas frente a él.

— Si, Kata-chan. — Nos sentamos los cuatro en el suelo para hablar sobre lo ocurrido.

— Debemos tener más cuidado, y no confíar en nadie. — Habló Sasuke con seriedad observando a Naruto y Sakura. — Crearemos una contraseña.

Sasuke comenzo a decirnos la contraseña para poder comprobar que somos nosotros cuando pase algo. Cuando nos pusimos de pie algo golpeó la mejilla de Naruto sin saber de dónde salió.

Observe entre los árboles donde hay muchos árboles y está oscuro, una gran ventisca llegó a golpearnos. Cubrí mi rostro y sentí un jalón de mi brazo para después sentir un golpe en mi espalda. Abrí los ojos encontrándome con Sasuke sobre mi con su rostro muy cerca del mío.

— ¿Estas bien? — Preguntó con su mirada sobre la mía.

— Sí, gracias... ¿Podrías quitarte? — Sasuke reaccionó y se quitó de inmediato colocándose a mi lado.

Observe entre los arbustos para no ser vista y Vi a los ninjas de la hierba donde antes estábamos nosotros de pie. Me puse de pie rápidamente colocándome detrás de Sakura con una Kunai en su cuello.

— ¿Cual es la contraseña? — Preguntó Sasuke  con una Kunai en sus manos.

— Un ninja espera el momento indicado cuando el enemigo duerme y baja su guardia, cuándo sus armas yacen olvidadas en la quietud de la noche, ese es el momento para un ataque ninja. — Respondió correctamente a lo que yo bajé la Kunai.

— ¿Donde está Naruto? — Lo busqué con la mirada hasta que llegó corriendo.

— Oigan, ¿que pasa? — Nos observó.

— No te acerques. — Lo detuvo Sakura. — ¿Cual es la contraseña? — Observe molesta a Naruto.

— Oh, claro. Un ninja espera el momento indicado cuando el enemigo duerme y baja su guardia, cuando sus armas yacen olvidadas en la quietud de la noche, ese es el momento para un ataque ninja. — Sasuke le arrojó su Kunai la cual esquivo fácilmente.

— ¿Ahora que? — Preguntó Sakura sin entender porque lo atacamos.

— Por favor Sakura, Naruto es mi mejor amigo y se que no se acordaría de la contraseña. — Fruncí el seño molesta. — Ahora dime, estúpida, ¿Donde está Naruto? — El Naruto falso sonrió y se transformó en aquella mujer de la aldea de la hierba, la de enorme lengua.

Aquella mujer sacó el pergamino de la tierra mostrandonoslo.

— Quisieran ponerle sus manos al pergamino de la tierra, ¿Cierto? — Lo acercó a su boca y con su lengua lo enrolló para después tragarlo.

— Eres asquerosa. — Dije con los brazos cruzados.

— Uno de los dos tendrá el pergamino, y el otro, estará muerto. — Nos observó con maldad.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al mismo tiempo que siento mis piernas temblar. Por mi mente pasó una imagen muy... Horrenda.

Mis ojos se llenaban de lágrimas con la intención de querer salir. No podía moverme, tenía miedo, ¿Yo miedo? Eso nunca me pasaba en una pelea... Ni siquiera en nuestra primera misión, ahora estoy temblando de miedo y sin poder moverme con un enemigo muy fuerte frente a nosotros.

Lleve mi mirada como pude a Sakura y Sasuke quienes están igual que yo o peor, ambos calleron de rodillas, pero Sasuke vomitó.

Aquella mujer se acercó con un par de Kunais en sus manos diciendo que nos matará como lo acabamos de ver. Cerré mis ojos con fuerza sintiéndome inútil.

No puedo morir, mi padre se quedaría solo, prometimos estar siempre el uno para el otro, además, estoy dispuesta a aprobar estos exámenes.

— N-No...— Como pude me coloqué frente a Sasuke y Sakura. — No mientras yo esté aquí.

— Veo que de verdad eres difícil. — Mire de reojo a Sasuke quién sería mi único apoyo en esta batalla, pero aún sigue mal y Sakura... Ella está peor. — Pero aún sigues con mucho miedo. — Ella arrojó las Kunai a nosotros.

Sentí un jalón para en un par de segundos estar sobre la rama de uno de esos enormes árboles.  Solté un leve quejido sintiendo dolor en mi pierna izquierda y al observarla note una Kunai enterrada.

— Tenía que hacerlo. — Dijo Sasuke sacando la kunai que hay en su pierna.

— ¿Que es ella? — Pregunté quitando la Kunai y observando mi herida.

— Algo realmente repugnante, pero poderoso. — Sakura reaccionó y comenzó a hablar para ser callada por la mano de Sasuke.

— ¡Serpiente! — Me gire ante el grito de Sakura y los tres saltamos del árbol el cual en unos segundos fue destruido.

— ¡Debe de ser una broma, no me di cuenta! — Grito Sasuke cansado.

La serpiente se arrojó a nosotros y al verla acercándose juro que Vi la mirada de aquella mujer horrenda.

— ¡Basta! ¡Alejate! — Grité con miedo a lo que Sasuke arrojó Kunais a aquella serpiente.

Caímos en la rama de otro árbol mientras vemos cómo de la piel de la serpiente muerta sale la mujer quien se enredo en la rama comenzando a avanzar a nosotros.

— ¡Alejate! — Grité cerrando los ojos con miedo de volver a ver aquella imagen.

— Parece que llego en el momento indicado. — Al oír la voz de Naruto abrí los ojos aliviada.

Gracias a todas por su apoyo, de verdad lo aprecio mucho.