CONTIGO HASTA LA MUERTE #AES2

Capítulo siete

Mi mundo cayó en un segundo, fue como si hubieran apuñalado mi pecho una y otra vez, las palabras de Lionel realmente me dolieron.
Reaccione con ira y golpee su rostro, con desesperación le grité que "no es cierto" yo no quería que fuera cierto, es que es imposible, Ruggero jamás me causaría daño y menos de este tipo. Jamás me sería infiel.

Pero Lionel me abrió los ojos, me obligó a hacerlo, no le creí, incluso me enoje con el y lo deje de ver en días pero sus últimas palabras que dijo al salir de la casa quedaron en mi mente, "si no me crees tengo pruebas, ya sabes dónde encontrarme".  Así que aquí estoy, con el corazón hecho pedazos, ni siquiera se cómo puedo contarles esto, es que he sido tan estúpida, ¿cómo es posible que no me haya dado cuenta?

Estás son las palabras de Lionel, palabras que mi corazón se niega a creer.

—Siéntate por favor, Karol. No quiero que te pongas mal— inició.

Me senté en el sillón de la sala, juro que estaba temblando, estaba muy nerviosa, rogaba que esas pruebas que Lionel tenía fueran falsas. Él se se sienta al frente mío, sujeta un sobre en su mano, luce frustrado.

—Esa es Mercedes, mi novia, ¿la recuerdas?— me muestra una foto.

No imagino el rostro que puse al ver la fotografía era Mercedes la misma ex de Ruggero era la novia de Lionel. Claro esa era la mujer que me chocó. Mercedes está aquí.

—Bueno ex novia.

No había prestado mucha atención a la imagen por la sorpresa de todo esto, en la foto ella estaba ingresando a un hotel.

—¿Sabes con quién me engaño?— niego con la cabeza y el me muestra un segunda foto. —Me dijo que viajaría a Argentina, y resulta que viajó a Perú para encontrarse con su amante.

Mi corazón se contrae, la garganta me arde, no es posible, Ruggero no es su amante. Aunque vea la foto de ellos dos ingresando a un hotel, me resisto a creer en una infidelidad.

—No es posible.— mi voz es casi inaudible.

—Mercedes me lo confesó poco después del accidente, no sabía cómo decírtelo, lo siento mucho, Karol. Está es la verdad y yo, ya no soportaba verte así por ese mal nacido.

—¡Basta! Ya no quiero escucharte más, no sabes lo que dices.

—No te cieges, Karol. Si no me crees habla con Mercedes.

Miro a Lionel con rabia cuando me entrega un papel con la dirección de esa.
...

No debería hacerme tal humillación pero necesito saber la verdad, quiero escucharla, quiero que me lo diga a la cara.

Toco el timbre de su puerta, ella sale, está desconcertada, no esperaba verme eso es seguro.

—¿Q-qué haces aquí?— mira hacia todas partes.

—Vine a hablar contigo, Lionel me contó lo sucedido.

—Así que ese imbécil te dió mi dirección, mira Karol a mi no me interesa hablar contigo así que permiso.

Intenta cerrar la puerta pero la obstaculizo.

—¿Que haces? Déjame cerrar.

—Vas a hablar conmigo quieras o no.

—¿Que quieres escuchar? ¿Que tu marido se acostaba conmigo porque tú no le satisfacías? Si Karol lo hacía, yo también era su mujer, también llore su muerte como tú porque lo amaba y el me amaba a mi, la única razón por la que no te dejaba son tus malditos hijos.