Capítulo veintisiete

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RUGGERO

Karol está sentada sobre la cama y yo a un lado de ella, todavía no puedo creer por todo lo que hemos pasado, yo no recordaba nada y también sufrí, no me imagino el dolor que habrá sentido ella estando consciente de todo, afrontar esto para ella no ha deber sido nada fácil, estaba vulnerable y por eso comprendo que se halla dejado llevar por las calumnias en mi contra, pero eso no quiere decir, que no me duela que ella haya creído eso, aquello solo me demuestra que Karol, siempre ha tenido dudas de mi amor, dudas a las que sinceramente no les encuentro motivos. De acuerdo está Emilia, pero eso era diferente y fue hace mucho, no estoy justificándome porque se que hice mal al no contarle lo que pasaba pero creí que era lo mejor, en fin, fuera de eso no le he dado motivos, desde que me case con ella ha sido la única mujer en mi vida, incluso antes, desde que empezamos la relación a escondidas siempre ha sido ella, en el fondo sabía que estaba enamorado de mi pequeña hermana y me culpaba por eso, pero al descubrir que el sentimiento era mutuo me llene de felicidad, decidí afrontar la situación, sabía que el camino iba a ser difícil pero acepte recorrerlo, porque la amaba tanto como ahora, pero el destino estaba planeando otra jugada en contra nuestra. Si me enamore de Karol, claramente era porque no éramos hermanos, no teníamos la misma sangre y por eso nos atraíamos, porque quizá muy en el fondo nuestros instintos nos decían que no somos nada, que no hay ataduras aunque la mente creía que lo había. Nuestros padres, bueno los padres de Karol, sabían que entre nosotros había algo y no dijeron nada, yo veía la forma en la que nos miraban, a veces me daba miedo que nos separarán, éramos jóvenes, ellos tenían mucha influencia en nuestras vidas y a pesar que siempre me crié con rebeldía yo los amaba, después de todo, fueron ellos quienes me dieron un hogar, a su manera claro.

Si el destino nos separó de nuevo y nos puso a prueba, es porque somos valientes, somos fuertes y quieren que seamos mucho más fuertes, porque así es nuestro amor, es un amor de valientes, porque amar no es solamente ser feliz, amar también implica sufrir.

—Estoy de acuerdo en ir a verla, cuando tuviste el accidente no tuve tiempo de encararla y tampoco sabía si debía hacerlo, pero ahora tengo tantas ganas de matarla.— me expreso con sinceridad.

—Ruggero cálmate, que primero la mato yo, esa mujer secuestro a mi hijo, no sabes la angustia que me hizo pasar esa maldita.

—Pues entonces la matamos los dos, pero antes, quiero ver a los niños.

—Está bien, déjame cambiarme y vamos a verlos.— asentí en respuesta. La idea de volver a tener a mis hijos entre mis brazos me pone muy emocionado, contento, pero también nervioso, miro a Karol y veo que ella no se está cambiando, de hecho me está mirando, fruncí el ceño como preguntándole que ocurre, ella un poco tímida responde: —¿No, vas a salir?

—¿Salir?— la acabo de ver en bragas y sujetador, ¿le da pena que la vea cambiarse? La he visto hacer eso por más de diez años, hasta he elegido su ropa interior.

—Si.— se muerde el labio y mira hacia otra parte.

—¿En verdad?— ella asiente despacio.

—No saldré— me mira con los ojos muy abiertos pero se que en el fondo le gusta que me halla negado a salir, pero ya que ella no quiere que la vea me cubro los ojos con las manos, —así no veré nada, puedes cambiarte.

—¿Bromeas? Por supuesto que verás eres un tramposo.

—¿Y qué? No veré nada que no haya visto.— al escucharme sus mejillas se tornan de rojo y la situación me parece divertida, más cuando coge algo del armario y se mete al baño, me hace sonreír al pensar que sigue siendo la misma chiquilla de la que me enamore. Me levanto de la cama y camino hacia el baño, intento abrir la puerta pero está con seguro, si que me conoce, desde afuera le grito: —Muy sabia decisión la de hechar seguro.

CONTIGO HASTA LA MUERTE #AES2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora