Capitulo veinticuatro

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KAROL

Se que fue a verme al hospital, se que ha estado aquí todos estos días y aunque no man dejado verme no se ha ido. Pero yo no quiero verlo y no es por Marcos, es por mi, no tolero el hecho de que halla estado con otra y de la nada piense volver a mi vida como si nada hubiera pasado, ¿acaso no sé da cuenta del daño que ha causado? No he hablado con nadie de su familia sobre él, aunque se que Brunella y Xavi estaban insistiendo en hablar conmigo, pero no quiero hacerlo, no quiero hablar sobre él, cada vez que lo menciono es con lágrimas y no quiero eso, ya no más, siempre me ha parecido estúpido que las mujeres lloren por un hombre, y ya he llorado demasiadas veces por él.

Aunque lo ame jamás podre perdonar el hecho de que nos abandono por irse con esa mujer, yo no puedo aceptarlo, no puedo perdonarlo.

Estoy muy lastimada, tanto que no se si el tiempo sea capaz de curar mis heridas.

—¿Cómo estás?— Marcos entra a la habitación y pienso en que él es lo mejor que me ha pasado después de... Todo. Él jamás me ha mentido.

—Bien, ¿ya me puedo ir?— hoy me darían de alta.

—Justamente venía por eso, Jason dice que ya puedes irte y adivina qué.

—¿Qué?— una sonrisa se forma en mis labios después de tanto tiempo.

—Se encargará de mis pacientes y así podré dejarte en tu casa, no quiero que afrontes todo esto tu sola.

Me da miedo preguntar pero lo hago, porque necesito saber para prepararme, —¿Él sigue afuera?— Marcos suspira incómodo, se que aunque no lo acepte le es fastidiosa está situación, ¿a quien no?

—Si, no sé ha ido todo este tiempo.

—¿Ha estado aquí toda la semana?

—Si.

—¿Le dijeron que no quiero verlo?

—Si pero es muy terco, no entiende cuánto daño te ha hecho y no quiere que ahora sea yo, quién pueda hacerte feliz.

Así que ya lo sabe.
Sabe que estoy con Marcos, ¿sabrá también que pienso casarme con él? Ojalá y lo sepa para que vea que no es el único hombre al que puedo amar, que también puedo estar con otro así como él está con otra.

Valentina me ha traído ropa porque sabía que hoy me daban de alta, también ha traído maquillaje, no soy mucho de usar esas cosas pero Vale insistió en ponerme maquillaje, y la verdad es que me veo muy bien, aunque diferente.

¿Hace cuánto no me había maquillado?

—Lista.

Marcos sonríe a mi lado y Valentina sale de la habitación, en un momento saldremos nosotros, estoy nerviosa por lo que vaya a pasar, Ruggero siempre ha sido un hombre celoso pero ahora qué ya no le importo o quizá nunca le he importado y ha fingido todo el tiempo, quizá temía que le hiciera lo mismo.

—Vamos.

Marcos toma mi mano para salir, no estoy lista mentalmente pero mis pies ya están fuera de la habitación, dejo de mirar al piso y al levantar la mirada mis ojos dan con los de él, pero no me mira a mi, mira nuestras manos entrelazadas, se levanta bruscamente de su asiento y cuando viene hacia nosotros me asusto y no sé qué hacer, me da miedo que golpee a Marcos, como alguna vez lo hizo con Lionel, sin embargo, Xavi lo detiene, pero el lucha por lo liberarse y no tarda mucho para lograrlo, cuando estamos por la salida, él nos alcanza, se para enfrente de nosotros, lo miro a lo ojos pero no es a mi a quien mira, y lo agradezco porque ese odio en su mirada me dolería.

—¿Crees que puedes llevártela? ¿Eh?— le grita y con una mano empuja el pecho de Marcos, esto hace que nos soltemos, me asustó al pensar que se van a pelear y quiero detenerlos pero estoy pasmada, apenas estoy saliendo del hospital luego de chocarme y de haberme enterado que el padre de mis hijos está vivo y que tenía otra mujer, no sé que hacer exactamente. —Te advertí que te alejarás de ella, no me dejaste pasar a verla pero mira ya no estamos en el maldito hospital, ya no mandas aquí.

CONTIGO HASTA LA MUERTE #AES2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora