¡Quiero un reembolso!

8.9K 974 24
                                    

Habían estado media hora leyendo juntos el contrato, mientras Cillian le explicaba lo que ella no entendía, y al comprender que si había firmado un maldito contrato con un extraño, más quiso matar a su amiga.

En primer lugar, el tipo había sido honesto, pero se había aprovechado de su estupidez e inexperiencia. Pero claramente le había dicho que firmara un contrato, para evitar que la demandara.

Sólo que ella había entendido todo mal. Y ahí seguían los dos, en el estacionamiento. Lindsay no lo podía llevar a su casa, sus padres jamás le permitirían dejar entrar a un extraño a su hogar.

Cillian suspiró, sentándose en el suelo, mientas escuchaba a Lindsay hablar por celular con Marie, muy molesta, intentando llegar a un plan justo.

Sacó una barra de cereales que llevaba en su pantalón, y le dio una mordida. El castaño estaba hambriento, llevaba más de doce horas de viaje sin comer, ya que los vuelos le hacían mal.

Y Marie le había prometido que al llegar, los estarían esperando con un almuerzo delicioso. Pero no, ahí estaba en el estacionamiento, sentado en el suelo, comiendo una maldita barra de granola.

¿Y dónde estaba el trato que le habían prometido? Pues en el retrete, porque su supuesta solicitante no quería ni verlo.

—¿Tienes un poco de agua?

—No me interesa, ya no sé cuántas veces te lo dije —le dijo a la castaña, abriendo su mochila para tomar su botellón de agua, y dárselo a Cillian, antes de seguir discutiendo—. Tú le prometiste asilo a ambos, ahora se lo darás. Sabes muy bien que yo vivo en una casa de familia, ni a Jorge me permitían llevar a casa, mucho menos a un extraño por un mes.

Cillian rodó los ojos, y sacó su celular, enviándole un mensaje a su compañero, para saber cómo la estaba pasando él. Y en contraposición, el rubio estaba mucho mejor que él.

Estaba en un bonito departamento, ya aseado, con ropa limpia, comiendo carne y verduras salteadas, y un enorme vaso de jugo con hielo.

Vaya, al parecer era cierto... Él sólo había sido el pedido por oferta.

—Ey, rubia —le dijo llamando su atención, ganándose una mirada molesta de la jovencita—. Olvídalo ¿Okay? Mira, ya está —pronunció rompiendo el contrato frente a ellos.

Por su orgullo y dignidad, no iba a seguir con esa mierda. Una cosa era ser alquilado por una mujer que quisiera pasar tiempo con él, y otra muy diferente, era tener que estar con alguien que ni lo podía ver.

Dejó los pedazos de papel en el suelo, y se puso de pie, sacudiéndose con la ropa.

—Llévame a casa de tu amiga, allí tengo mi bolso.

—En seguida voy a tu casa —le dijo molesta a Marie, antes de cortar la llamada, y observar confundida a Cillian—. ¿Se puede hacer eso? ¿Romper el contrato?

—No, no se puede, pero ya lo hice. Llévame a casa de Marie, luego ella debe llamar a la empresa, y pedir un reembolso. Le enviarán un pasaje de regreso para mí, aunque no el dinero que ya gastó.

—De acuerdo, vamos entonces —pronunció colocándose el casco.

***

—Pero que cara de perro amargado —rio el rubio.

—Tú no eres la oferta que nadie quiere, Tadel —gruñó—. Esto es un asco, es la primera vez que me pasa.

—Sabíamos que algo así podía pasar, son muy jóvenes.

—Pues esto es una mancha para mí, idiota.

—Sin contar con que no te pagarán.

—Y tendré que hacer ese viaje de mierda de regreso solo.

—Le puedo decir a Jono que te espere en el aeropuerto.

—Sí, dile —gruñó, desviando la mirada y suspirando.

—¿Comiste algo?

—Sí, el carácter y reclamos de mierda de la mocosa rubia. ¿Qué clase de pregunta estúpida es esa? Si no quería ni traerme aquí ¿Cómo pretendes que vaya a comer algo?

—Ya, tranquilo, que humor espantoso el tuyo también. De seguro por eso no quiso quedarse contigo, espantas hasta los monstruos.

—¿En serio, Tadel? ¿Un ejemplo más mierda no se te ocurrió?

—Al diablo contigo, te traeré un maldito filete, y si no se te pasa el humor de mierda, no será lo único que recibas de mí —gruñó molesto.

Encima que intentaba ser amable, se tenía que aguantar su maldito malhumor. ¿Qué culpa tenía él de lo que había ocurrido?

...

CillianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora