Vivir juntos

8.7K 1K 80
                                    

—Estás siendo muy injusta con él, Lindsay. Enójate conmigo, pero no hagas esto. ¿Qué culpa tiene él? ¿Encima decirle que era una oferta? Eso es horrible ¿Cómo te sentirías tú?

—No es mi problema.

—Ya deja de ser tan perra. Además, creo que sería muy bueno que pasaras tiempo con un hombre, y que no hagan nada, te ayudará a superar lo que pasó con Jorge. Entiendo que no puedas llevarlo a tu casa, y ya lo tengo solucionado —sonrió.

—Yo también, se quedará aquí.

—Y tú también —le dijo divertida—. Hablé con tu mamá, dijo que no tenía problemas con eso, así que, así estaríamos cumpliendo el contrato, Cillian no sería devuelto y se quedaría sin su paga, y tú no tendrías que vivir a solas con él. ¡Todo solucionado!

—Tu cara no podrá solucionar ni el mejor cirujano plástico si ese tipo se llega a acercar a mí —le dijo con rabia, haciendo reír a la castaña.

***

—Día 1—

Ese departamento estaba siendo un caos. Debían correr los muebles de lugar para poder hacer una especie de habitación para Cillian y Lindsay, porque Marie no quería dormir con la rubia, y Tadel tampoco con el castaño.

Así que obligadamente tendrían que dormir en el mismo lugar, aunque no compartiendo cama. Qué ni eso tenían. Lindsay iba a dormir en el sofá, y Cillian en un colchón inflable en el suelo.

—No quedó tan mal —sonrió Marie al ver la especie de habitación, que habían hecho cerrando con un mueble, en una especie de pared.

El living le quedaría para ellos solos, y el resto del departamento para los cuatro.

—Vete al diablo —pronunció la rubia, entrando.

Marie sonrió divertida, y observó a ambos muchachos.

—Es un poco molesta cuando se enoja, pero ya se le pasará. Es un amor de persona.

—Se nota —murmuró Cillian—. ¿No intentará asesinarme mientras duermo, no?

—No, a menos que ronques —rio—. Buenas noches Cillian, buenas noches Lindsay.

La rubia rodó los ojos, y acomodó los almohadones para poder acostarse. Se colocó los auriculares, para continuar ignorando a Cillian, y se acostó.

Y el castaño tampoco le iba a prestar mucha atención, iba a hacer como si ella no estuviera allí también. Se acostó en el colchón, y se puso a ver videos.

Hermosa primera impresión por parte de ambos.

***

—Día 2—

Se había despertado temprano, quizás por el hecho de estar acostumbrada a hacerlo todos los días para ir clases, y se percató al salir del sofá, que Cillian no estaba.

Tomó su mochila, con sus pertenecías, y caminó hasta el baño, para poder asearse antes de desayunar. Pero al pasar por la puerta de la cocina, vio al castaño, sentado comiendo una manzana.

Lo ignoró, y continuó caminando por el pasillo, deteniéndose al escucharlo hablar.

—Yo no iría al baño.

—¿Ahora me dirás qué debo hacer? ¿Qué es mejor o no?

—Pues si los quieres encontrar follando, adelante, entra no más —le dijo despreocupado.

Hizo unos pasos hacia atrás, y lo observó desconcertado.

—¿Hablas en serio?

—Ajá, hace unos minutos se escuchaba a Marie gemir alto, y luego de que les golpeara la puerta, se cayó. Creo que intentan ser más silenciosos, pero desde aquí yo escucho como siguen haciéndolo.

—Dios, que asco —murmuró con rabia, con más ganas de matar a la castaña.

Cillian se encogió de hombros, dándole una mordida a su manzana.

—Oye, yo... Supongo que lo siento.

—¿Qué se supone que sientes?

—Haberte dicho que eras una oferta, no debe ser bonito de oír.

—Es la primera vez que escucho que alguien está de oferta, y encima yo. Pero lo entiendo... Supongo que no soy el más rentable.

Ella levantó la cabeza, mirándolo curiosa.

—¿Por qué lo dices?

—Ya estoy pasando los treinta, no soy rubio ni de ojos claros, y como mis ojos son oscuros, tampoco se notan que tiene una apariencia felina. En conclusión, no soy nada de lo que la mayoría de las clientes busca, y hace tiempo que tampoco me contrataban. Supongo que esta será la última vez que lo haga.

—No creí que sería tan difícil para ustedes hacer esto —pronunció bajo, tomando algunas uvas.

—Para mi sí, no para los tipos jóvenes como Tadel. Él termina el contrato con tu amiga, y ya tiene uno nuevo programado para cuando regrese. Es uno de los que más tiene trabajo.

—Lo siento.

—Sí, yo también, por no haber sido lo que esperabas.

...

CillianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora