Suegros

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—Día 20—

—Me voy a casar.

—¿Q-Qué? —pronunciaron sus padres, atónitos.

—Y esperen, antes de las cientas de preguntas que me harán, quiero dejar algunas cosas en claro —les dijo seria, aprovechando el estado de shock de sus progenitores—. Su nombre es Cillian, parece un tipo rudo, pero es muy sensible, y no quiero que lo sofoquen de preguntas estúpidas. Nada de que trabaja, ni sus estudios, ni de su familia, por favor les pido, sean amables, háganlo sentir cómodo. No les voy a presentar a un novio, sino a mi futuro marido, así que su opinión ya no cuenta. En dos semanas nos casamos.

—Lindsay, hace tres meses te separaste de Jorge —pronunció desconcertada su madre.

—Ya lo ves ma, para el amor no hay tiempo, cuando llega el indicado, no importa si son seis años o un mes.

—¿Un mes? ¿Hace un mes conoces a éste tipo? ¿Te volviste loca, niña? —le preguntó su padre.

—Nop, pero ya saben, sean amables —les advirtió.

***

—Yo no sé qué hacer, no sé qué decir —pronunció nervioso.

—Tranquilo, te vas a hiperventilar de nuevo —sonrió la rubia—. Mira, puedes entrar, saludarlos, intercambiar un par de palabras, y luego nos vamos.

—Está bien.

Entraron a la casa, y Lindsay lo tomó de la mano, sonriendo al ser recibida por sus padres, que quedaron sorprendidos al ver a Cillian.

—Sí, es un gigantón —sonrió la rubia abrazándolo por la cintura.

—Al fin la familia tendrá descendientes altos —bromeó su madre, haciendo sonreír apenado al castaño.

—Es un placer conocerlo a ambos.

—Lo mismo de nuestra parte, muchacho —sonrió el padre de Lindsay—. ¿Te gusta el fútbol?

—Sí, soy fanático de...

Cillian siguió al papá de Lindsay, hacia la sala, donde ambos se pusieron a hablar sobre fútbol, y su madre observó con una sonrisa divertida a su hija.

—Hasta que traes a un muchacho guapo, ese Jorge era un-

—Ya, mamá —le dijo rodando los ojos—. Sólo no hables de mí ex frente a Cillian.

—Cillian, que nombre extraño.

—Sí, único como él —sonrió.

***

Abrió los ojos sorprendido, sin poder creerlo.

—¿Es en serio?

—¡Sí! —exclamó riendo—. Espera, no te imagines una gran cosa, porque es una casita vieja, era de los papás de mi papá, antes de que se mudaran. Cómo mi padre es único hijo, se la regalaron a él, pero nunca le dio importancia, ya que para él era muy vieja y tiene muchos arreglos por hacerle. Pero, me dijo que si nosotros la queríamos para vivir, hasta que encontráramos otra cosa ¡Nos la daba!

—Eso es increíble, Lindsay, así no tendríamos que pagar alquiler, y tú podrías seguir estudiando.

—¡Sí! Hay mucho por hacer, pero no importa, tendremos una casa —sonrió emocionada—. ¿Quieres conocerla? Está como a quince minutos de aquí, podemos ir en mi moto.

—De acuerdo —sonrió.

Tomaron ambos sus cascos, y luego se fueron en la moto de Lindsay hasta un barrio alejado del centro, llegando hasta una casa bastante descuidada, con la pintura saltada, y persianas de madera algo rotas.

El césped estaba alto, tanto que a Lindsay le llegaba por la cintura. Entraron a la casa, y los pisos estaban lleno de tierra, había humedad en algunas paredes, y polvo sobre la superficie de viejos muebles.

—Hm ¿Qué piensas?

—Que sólo hace falta limpiar, cortar el césped, pintar las paredes, arreglar las tuberías, y... Qué es un buen lugar para tener un hogar —sonrió.

—Sí ¿No? Sólo un poquito de pintura por aquí, una escoba por allá, y todo perfecto.

—¿Estás segura de esto?

—Puff, por supuesto. Es más, creo que vi un almacén a dos cuadras más arriba, podríamos ir a comprar unas bolsas, y productos de limpieza para comenzar.

—Sí, es una buena idea —sonrió al ver el entusiasmo de ella—. ¿Tu padre tiene máquina para cortar el césped?

—Sí, él me dijo que cuando quisiéramos usarla, sólo se la pidiéramos —le dijo comenzando a caminar hacia el almacén.

—Que bueno, porque deberíamos usarla cuando antes. El césped alto traerá insectos a la casa.

—Okay, le enviaré un mensaje —pronunció tomando su celular—. ¿Quieres que le pida a Marie que vengan con Tadel?

—No, déjalos disfrutar los últimos días que les quedan juntos.

—Oh, un mensaje del joyero —sonrió emocionada—. Dice que los anillos ya están listos ¿Qué le pediste que le grabaran?

—Luego lo verás.

...

CillianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora