Necromancia

Capítulo III: Tarde a Clases

Viernes 11 de Enero:

Las hermanas deciden ir a su habitación, ya que tenían un tiempo libre antes de su siguiente materia.

Al llegar a su habitación, Layna toma impulso y se tira sobre su cama, mientras que Selene decide ir a la ventana y abre la misma, para poder observar la gran vista que tenían desde aquella habitación.

-Selene: Wow, que enorme es éste lugar y hay bastante nieve -dice mientras la brisa mueve su cabello- uuff me dio frío -se queja abrazándose a si misma, para tener un poco de calor propio-.

-Layna: Entonces cierrala antes que se meta un pajarraco -regaña cruzándose de brazos-.

Selene ignorando el regaño de su hermana deja la ventana abierta y se va a tirar también en su cama.

-Layna: ¿Y si nos ponemos a arreglar y decorar un poco esta pocilga sin color? -dice con gracia mientras toma su maleta y la avienta sobre la cama-.

-Selene: Siiii -grita motivada- hay que ponerlo kawaii -dice haciendo brinquitos, para luego hacer la misma acción que su hermana-.

Ambas empiezan a sacar muchas cosas para decorar su habitación, Layna saca una hermosa cubierta para la cama en color verde con detalles en negro y de tela super suave, era del color preferido de Layna, por otro lado Selene saca una cubierta en rosa que era el color que ella tanto adoraba.

Todas las cosas las tenían así, unas verdes y las otras en rosa, así cualquiera sabía a quien le pertenecía cada cosa...se escucha como si tuvieran un tipo de adicción extraña, pero simplemente eran sus gustos.

Acomodaron la cama, Selene con dos peluches rosados, mientras que Layna sacaba un pequeño pikachu.

Sacaron un par de luces para poner en la pared, y tres cuadros de fotos donde en uno se veían las dos muy sonrientes con sus padres y las otras dos en donde estaban ellas dos juntas.

-Selene: ...Estoy triste -dice sentándose en la cama de Layna-.

-Layna: ...No desordenes mi cama, que tanto me costó hacerla -comenta fulminando a su hermana- ¿porque te sientes triste? -dice tranquila-.

-Selene: Porqué yo quería comer algo dulce o tomar cocacola y esa maldita nos tomó todo el tiempo...sabes como me pongo cuando no como azúcar -dice haciendo un puchero-.

-Layna: Si, por culpa de ella ahora tengo hambre, ojala se resbale por las escaleras, y se desfiguere esa cara llena de plástico -dice enojada recordando el show que les había hecho pasar Susan-.

-Selene:...Plástico -dice pensativa-...deberías crear un lindo apodo para ella -argumenta con una sonrisa malévola-.

-Layna:....¿Saco de Plástico? -pregunta-.

-Selene: ¡Perfecto!, así la llamaremos siempre -sonríe orgullosa de su hermana, se levanta y sigue ordenando sus cosas...pasaron al menos una hora y media, en el que ellas estaban ordenando todo-.

Ambas estaban tan concentradas escuchando música, mientras organizaban todo hasta que un fuerte y repentino sonido las desconcertó a ambas haciéndolas caer al piso del susto.

-Layna: ¡MALDICIÓN TE DIJE QUE CERRARAS LA VENTANA! -grita enojada levantándose lentamente tratando de tomar la escoba que estaba a un lado, y poco a poco se fue acercando al gran cuervo, que se había metido por la ventana y miraba a las chicas desde la cama de Selene-.

-Selene: ¡SÁCALO RÁPIDO ANTES QUE SE HAGA POPO SOBRE MI CAMA! -Chilla ella tirada aún en el suelo-.

-Layna: ¡Debería dejar que se haga popo y tengas que poner tu cara sobre su popo cuando estés dormida! -dice con sarcasmo- !Fuera de aquí bicho del diablo! -dice lanzándole la escoba al cuervo y éste vuela hacía ella- Aaahhh -Grita tirándose al suelo y cubriéndose con las manos-.

Finalmente el cuervo se regresa y sale volando por la ventana.

- Layna: Cierra esa cosa antes que vuelva ese bicho diabólico -ordena ella con pánico-.

Selene rápidamente se levanta para cerrar la ventana y suspira aliviada.

-Layna: Ya me dio pereza, ¿Qué clase tenemos ahora? -pregunta con cansancio-.

-Selene: ...Espera ya me fijo -dice tomando su horarios-...mmmm -abre los ojos como plato- ...¡Artes Místicas! -dijo emocionada-.

-Layna: ...Sii, espero que sea una emocionante clase -mira a Selene- ¿y a que hora nos toca? -pregunta un poco confundida al ver la hora-.

-Selene: ...hay no me fije -dice tomando nuevamente los horarios-....no puede ser -dice abriendo sus ojos lo mas que podía-...empezó hace 10 minutos -dice asustada-.

-Layna: ...Estás bromeando...-dice poniéndose de pies rápidamente, Selene sacudió su cabeza en modo de negación y rápidamente toman sus maletas para bajar a buscar el salón que les tocaba-.

Al encontrar el salón, las hermanas tenía mucho miedo abrir la puerta y ver como el profesor reaccionaría al verlas llegar 15 minutos tarde siendo el primer día.

-Layna: Bueno no tenemos de otra....abréla -ordenó y Selene con mucho temor abrió la puerta-.

Al abrirla todos los compañeros de clase se les quedaron viendo, al igual que el profesor. Ambas chicas viendo a la vez con miedo al profesor, para luego ver con pánico a sus compañeros.

-Wow! ¿Cómo pueden estar tan coordinadas? -dijo un chico sentado en la parte de atrás...ambas chicas sin entender nada de lo que comento aquel chico, giran la cabeza a la vez un poco hacía un lado... como los perros. Dejando a aquel chico aún mas sorprendido-.

Mientras el profesor hace un gran suspiro, que es escucha por todo el salón y se sienta en su puesto, se quita los lentes y empieza a limpiarlos mientras ve una libreta, nuevamente se coloca los lentes y habla para todos.

Profesor: Denle la bienvenida a sus nuevas compañeras -dice el profesor como si nada le importara- señoritas Rothesay, tomen asiento -dice el profesor señalando una mesa vacía-.

La clase se le hizo aburrida a las chicas, ya que el profesor se termino de presentar, dijo de que iban su clase y empezó a hablar sobre criaturas místicas y como los humanos están luchando para acabar aquellos seres...nada que las chicas no supieran.

-Layna: Vamos rápido a buscar algo de comer, antes que empiece la otra clase -sugiere ella y se levanta al dar por finalizada la clase-.

-Selene: Siii vamos! -dijo caminando detrás de su hermana-.

Luego de encontrar una máquina dispensadora, ambas chicas deboraron con lo que habían comprado para luego marcharse rápidamente a su siguiente clase.

La tarde siguió con la misma rutina, hasta que dieron por finalizada su última clase, cansadas marcharon a la cafetería, donde irían por su cena, por suerte para las chicas esta vez, no habían solo platos saludable, sino que había un gran banquete, como muestra de bienvenida para todos los estudiantes, y luego de aquel banquete, quedaron muy agotadas, así que subieron a su habitación y ordenaron todo para poder dormir.

...Las clases habían comenzado un viernes, así que tendrían el fin de semana, para terminar de acomodarse en el internado.