Me desperté temprano esa mañana, sintiéndome llena de emoción y anticipación. El suave tintineo de los cascabeles y el ligero crujido de los pisos cubiertos de nieve se filtraban por mi ventana, recordándome que era Navidad. Mis ojos se abrieron de par en par y una sonrisa se formó en mi rostro mientras me apresuraba a saltar de la cama. Me dirigía mi sala común con alegría.
Yo: ¡Feliz Navidad!- No conocía a casi nadie, pero pensé "qué más da".
???: ¡Feliz Navidad!- Gritaron unas de séptimo año metidas en sus cuartos.
"Amo el invierno."
Salí vestida, saltando por los pasillos, hasta que llegué a la sala común de Gryffindor. Me tocó esperar hasta que vi a Ron salir.
Yo: Dejame entrar...- Puse ojos de cordero y Ron se rió.
Ron: Sí, sí, corre.
Debo admitir que mi sala común es más bonita, pero, para gustos los colores, ¿no?
La sala común de Gryffindor era un lugar lleno de calidez y energía.
Al entrar, te recibía un ambiente acogedor y vibrante. Las paredes de piedra estaban adornadas con tapices y estandartes de color rojo y dorado, los colores distintivos de Gryffindor. El fuego crepitante en la chimenea esparcía su cálida luz y proporcionaba un alivio bienvenido durante los días fríos de invierno.
Observe a Madison con regalos y a Adam también, los dos tenían puesto un jersey de punto.
Yo: ¿Y esos regalos?
Madison: Te iba a buscar. Algunos son tuyos nos lo mandó mamá, los ha traído Hades.- Señaló a un par de regalos que había debajo de un árbol.- La señora Wesley te ha hecho un jersey, mamá le dijo que era tu primer año.
Yo: ¿Para mí?- Adam asintió con la cabeza. Que tierna debía de ser aquella mujer. Cogí el regalo y rompí el papel que lo envolvía. Era un Jersey precioso de color azul oscuro con inicial de mi nombre de color dorado en el medio. Después abrí mi otro regalo.
El papel crujía mientras lo rasgaba, y mis ojos se iluminaron al revelar lo que se encontraba dentro. Era exactamente lo que había deseado: el libro que había estado anhelando durante meses sobre animales mitológicos junto a una cámara muggle Polaroid. Mi corazón se llenó de gratitud y alegría.
"Gracias mamá."
George: ¿Qué haces aquí, Foster?- Dijo desde las escaleras.
Yo: Disfrutando la navidad con mis hermanos.
Fred: Mi madre te ha hecho un jersey Weasley, ¿a que mola?- Asentí.
Yo: Bastante, pero creo que no es mi talla.- Estiré el jersey viendo lo grande que era.- Así abriga más.- Me lo puse y no me quedaba nada mal, solo que las mangas me tapaban todaa las manos.
Adam: Pero si pareces un peluche.- Me apretó los mofletes con mucha fuerza y me quejé.- Vale, vale, pero no me pegues.
???: ¡Georgie! ¿Qué tal?- Dijo una chica Rubia apoyándose en George, a Fred le vi con el ceño fruncido. Al parecer a Madison tampoco le caía bien porque le miró de arriba a abajo.
Yo: Yo mejor me voy a dar una vuelta chicos.- dije abandonado la sala.
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Me di vueltas por Howarts cantando una melodía que me sabía en el piano.
Se llamaba Tarantella de Liszt. Ahí me di cuenta de qué en Hogwarts había una sala de música y me dispuse a buscarla con mucha emoción.En uno de los pisos donde estaba buscando la sala vi justo lo que llevaba buscando durante unos largos minutos, el aula de música. Intenté abrir la puerta varias veces y fallé en todos los intentos. Recordé que llevaba la varita encima, Así que conjure el hechizo Alohomora y se abrió.
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Eleonor Foster Y La Piedra Filosofal
FanficEleonor Foster, la hermana mediana de cinco hermanos de familia mágica entra su primer año en Hogwarts sumergiéndose en una gran aventura, estrechando lazos con muchas personas... Y con otras no tanto.