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Pase el invierno con Harry y Ron, con mis hermanos y a veces en el aula de música con Theo.

Me llegaban de vez en cuando cartas de Chloe, de mis padres y de Lucy.

Pero las de Harley nunca llegaron.

Milagrosamente el color azul de aquél día se me fue en horas.

La gente hoy comenzaba a llegar a Hogwarts de las vacaciones.

Hermione: ¡Eleonor! Mi madre ha dicho que si te querías venir una semana de vacaciones de verano conmigo.- Su sonrisa radiante que dejaba ver sus dientes de conejo describían toda la felicidad que tenía.

Yo: ¡Hola,Hermione!- Dije riéndome.- Le escribiré una carta a mis padres, ojalá me digan que sí.- Sonreí.

Hermione: Tengo que ver si han buscado quién es Nicolas Flamel.- dijo señalando los chicos. Me si cuenta que en ningún momento me pidieron ayuda sobre el tema, así que supuse que iban sobre ruedas.

Yo: Bueno... ¡Adiós Hermione!- le dije mientras se marchaba.

El murmullo suave de las voces y el tintineo de los cubiertos provenientes de las otras mesas llenaban el aire, pero sientía como el tiempo pasaba lentamente mientras esperaba. Comiencé a jugar con una servilleta, deslizando mis dedos por su textura suave y doblándola en figuras abstractas. Mi mente divagaba, pensando en lo que había hecho durante las vacaciones y en lo que estaba por venir. Sin embargo, mi atención siempre volvía a la puerta, esperando ansiosamente a ver a Lucy y a Harley entrar.

El reloj en la pared parecía burlarse de mí, sus agujas moviéndose a un ritmo exasperantemente lento. Empecé a sentir una ligera inquietud, preguntándome si se han olvidado de acudir al comedor o si algo había surgido de repente para retrasarlas. Me mordí el labio inferior, tratando de contener la impaciencia que comenzaba a crecer dentro de mí.

Me sumerjí en mis propios pensamientos, revisando mentalmente mi lista de cosas por hacer y tratando de encontrar una forma de aprovechar este tiempo de espera. Intenté leer el libro que había traído conmigo, el que me había regalado mis padres, pero las palabras parecían borrosas y mi mente estaba demasiado inquieta para concentrarse. En cambio, simplemente sostenía el libro en mis manos, dejando que las páginas se deslicen suavemente mientras mi mente se pierdía en pensamientos dispersos.

Lucy: ¡Ele!- Agitada me gritó Lucy.

Yo: ¿Dónde estabas?

Lucy: Es una historia muy larga.

Yo: ¿Y Harley?- Le busqué con la mirada mientras me levantaba.

Lucy: Muy larga... - Dijo ignorándome.

Yo: ¡Lucy! ¿Me lo puedes explicar?- Solté impaciente.

Lucy: Vale, pero déjame comer algo primero.

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Resulta que Harley en el andén estuvo discutiendo con su padre y Malfoy se metió en la ecuación. Él después le llamo traidora, y se fue enfadadisima al Tren. Después de eso discutió con Cho y con Lavander, una chica de Gryffindor. Finalmente, al salir del tren se chocó demasiado fuerte con alguien y se hizo un esguince en el tobillo.

Ahora veíamoa a Harley con el ceño fruncido comiendo alitas de pollo.

Daba miedo su expresión

Yo: ¿Harley?.- Me miro con fuego en sus ojos.

Lucy: ¿Quieres hablarlo?

Harley: Mirad, lo último que quiero es hablar.- Dio un golpe con el tenedor en la mesa, que el pobre cubierto se había quedado incrustado en la mesa, después se fue andando normal porque Pomfrey le había arreglado el pié.

Eleonor Foster Y La Piedra Filosofal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora