Eleonor Foster Y La Piedra Filosofal

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Canción recomendada:

《Voy a pasarmelo bien - Hombres G.》

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Me desperté temprano en la mañana, aún envuelta en la calidez de las sábanas. Abrí los ojos lentamente y la emoción se apoderó de mí al recordar que hoy sería la primera vez que iría a Hogwarts. Sentí un cosquilleo en el estómago y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

Me levanté de un salto y me estiré, sintiendo la energía fluir por mis venas. Caminé hacia la ventana y abrí las cortinas, dejando que los rayos del sol iluminaran mi habitación. La luz matutina parecía prometer un día lleno de oportunidades y descubrimientos.

Me dirigí al baño y me miré en el espejo. Mi reflejo mostraba una mezcla de nerviosismo y emoción en mis ojos. Tomé una respiración profunda, tratando de tranquilizarme y recordándome a mí misma que este era un nuevo comienzo, una oportunidad para crecer y conocer nuevas personas. Me moría de ganas de empezar Hogwarts.

Después de una ducha refrescante, me vestí, asegurándome de que cada detalle estuviera impecable. Me miré una vez más en el espejo y noté que mi sonrisa se había vuelto más amplia y radiante. Me sentía lista para enfrentar cualquier desafío que el día me presentara.
Empecé a dar saltos dirigiéndome a las habitaciones.

Yo: ¡¡Nos vamos a Hogwarts!!- Dije destapando a Adam y a Madison

Adam: ¿Qué le pasa? Respeta las horas de sueño Ele.- Lanzó una almohada hacia mi dirección sin mucho éxito.- Mocosa...

Madison: Baja la voz que es muy pronto.- Arrastrando las palabras se estiró.

Yo: Repite eso de mocosa...- Dije acercándome amenazadoramente a Adam.- ¡Mi primer día en Hogwarts!- dije dando saltitos.- Prepararos, venga.

Adam: Que bipolar.- Salí de la habitación y rodé los ojos. Me encontré con una Chloe adormilada.

Chloe: Dame un abrazo Ele- Dijo extendiendo los brazos.

Yo: Te mandare cartas, lo prometo.- Le di un beso en la frente.

Chloe: Vamos a desayunar.- Dijo deshaciéndose del abrazo. Sus ojos avellana me miraron con alegría y después cogió una goma que tenía en la muñeca para atarse la melena negra y lisa que tenía.

Yo: Ya he desayunado- Mentí y me miro raro. No me entraba nada en el estómago de los nervios.- ¿Qué? ¿No puedo ser puntual? Además no volveré a tocar el piano, tengo que aprovechar el tiempo.- Miré el piano viejo y antiguo.

Madison: ¡En Hogwarts hay uno pero tienes que pedir permiso al jefe de tu casa!- Dijo desde su habitación.

Chloe: Digamos que te has despertado pronto para nada.

Yo: No, bueno, tal vez. Pero como mi piano no hay ninguno.- Toqué de pié una pequeña melodía y luego al terminar suspiré. Mi padre antes tocaba el piano, pero lo dejó. Siempre dice que prefiere escucharme a mí.

Me fui hacía el cuarto de Peter y ahí estaba. Sumido en un sueño profundo, parecía un ángel.

Yo: ¡Se acabó la siesta angelito!- Le quité las sábanas y él se acurrucó.

Peter: Te mataré... cuando me levante.- Se volvió a poner las sábanas.

Yo: ¿Por las buenas o por las malas?- Puse mis manos en mi cadera.

Peter: ¿Buenas?- Dijo viéndome desde la cama.

Yo: Levántate.

Peter: No.