SEÑOR BLACK: EL CISNE || SEGUNDA PARTE.

°1O°

Era de noche, las luces de la casa ya se encontraban apagadas y lo único que se lograba apreciar en toda esa oscuridad, era la luz del televisor encendido.

Jungkook tronó sus dedos y se acomodó de manera distinta en el sofá. Las palabras de Taehyung realmente lo habían hecho pensar. Si no hacía nada, lo más probable era que los encontrarán y tal como lo dijo el rubio, podrían usar a su familia para lastimarlo, pero si hacía algo y por su culpa aún así los encontraban pasaría lo mismo y en ambas opciones se arrepentiría.

-¿Qué debo hacer?

Frunció el ceño y se puso de pie para caminar en dirección a un mueble en la sala. Allí abrió uno de los cajones y sacó una máscara de porcelana, una que no pudo destruir en su momento, una máscara que no había sacado hasta ese momento. Su máscara.

-Ya no soy el Señor Black— susurró para si mismo. Era como sostener un objeto caliente, ya que el tener aquella máscara en su mano le provocaba incomodidad y sentía como si le quemara por dentro. Definitivamente él no deseaba volver a esa vida; sin embargo, por lo visto esa podría ser su única opción.

-¿Cariño?— la voz de Jimin hizo que el azabache guardara rápidamente la máscara y se girara a verlo—¿Qué ocurre? ¿Por qué no estás en la cama?— preguntó mirándolo desde las escaleras.

—No podía dormir— respondió caminando hacia el sofá—. Pero iré en un momento.

Jimin no dijo nada y bajó por completo hasta estar frente al mayor.

—¿Qué ocurre?—volvió a preguntar— ¿Tiene que ver con lo que ha estado pasando?

—Si— lo abrazó de la cintura y recargó su cabeza en el hombro del menor—. Sé que dije que no quería volver a toda esa mierda, pero no me están quedando más opciones Jimin, podríamos mudarnos, pero como están las cosas, probablemente ya nos estén vigilando.

—¿Y qué es lo que quieres que hagamos?— preguntó tranquilamente mientras le daba caricias a la espalda de su esposo con la intención de calmarlo—. Yo les enseñé a nuestros hijos cómo defenderse hace algún tiempo, pero aún así no creo que sean capaces de salir vivos si llegan a encontrarse frente a un arma o frente a muchos hombres.

—Por el momento deberíamos seguir con nuestra rutina normal y fijarnos bien quién nos sigue, quién nos mira, con quién hablamos, necesito pensar claramente.

—Está bien— apoyó el menor no muy de acuerdo—. Pero debe ser algo rápido Jungkook, no nos podemos arriesgar, mucho menos sabiendo que hay una fotografía tuya circulando entre los grupos de la mafia.

—Lo sé.

Mientras tanto, dentro de un club nocturno, un hombre de cabello rubio con traje color púrpura se encontraba rodeado de mujeres mientras las luces iluminaban el lugar y la música animaba el ambiente.