—Klaus ¡Basta!—Lo aparté de mi lado cuando sus manos recorrieron mis piernas.
—¿Por qué? ¿Acaso no quieres estar conmigo?—Dijo con una falsa tristeza.
—No aquí, estamos en el hospital Klaus.
Estaba loco, en cualquier momento podía entrar alguien, una enfermera, un doctor. Además, hace poco habíamos sufrido un accidente de auto y, aunque, no fue tan grave, debíamos guardar reposo.
—¿Y? Eso lo hace más excitante—su bata voló hacia el otro lado de la habitación, quedando solo con sus boxers.
Respire profundo y me concentré en mi decisión, pero cómo iba a hacerlo cuando tenía a mi novio semidesnudo mirándome como a su presa.
—Klaus...
Mis palabras se quedaron en mi garganta cuando vi sus verdes ojos oscurecerse. Sus ojos recorrieron mis piernas subiendo por todo mi cuerpo hasta llegar a mis ojos.
Bajé mi mirada a sus labios los cuales estaban entre abiertos. Él al notar esto, deslizó su lengua por estos dejándolos húmedos.
<<¡Basta! No vas a tener sexo en un hospital, no lo harás Anneliese.>>
Pero mi razón estaba perdiendo, ahora mismo podía sentir cómo se encendía esa llama dentro de mi.
Klaus leyó mi pensamiento y se lanzó hacia mi.
Sus labios se apoderaron de mi cuello, besándolo y dejando pequeñas marcas sobre este. Sus manos se colaron dentro de mi bata de hospital y con una lentitud casi tortuosa recorrieron mi cuerpo haciendo que esta se erizara por completo.
—Klaus—susurré y miré hacia la puerta.
—No entrará nadie, está cerrada.
Una de sus manos bajó hasta mi rodilla y abrió mis piernas para que él pudiera meterse entre ellas. Gemí, cuando sentí como rozaba con mi intimidad. La bata de hospital desapareció dejándome solo con mi parte baja de la ropa interior; sus manos fueron directo a mis senos acariciandolos con destreza, mientras que yo me arqueaba a su tacto.
Klaus sabe exactamente qué hacer para que mi cuerpo reaccione a su toque, cada caricia para mi son millones de corrientes eléctricas que viajan alrededor de mi cuerpo, dándome una sensación de placer y una calidez.
Sus labios subieron a mi boca y depositó un suave beso en ellos, no era para nada como los demás. Este se sentía diferente, era como si me quisiera decir algo con esto, pero no sabía qué.
Una de sus manos bajó hasta mi intimidad y se abrió paso por mi ropa interior. Susurré su nombre cuando tocó ese punto exacto que me hacía estremecer. Su mano hacía magia en mi interior, sus dedos entraban y salía de mi a una velocidad increíble, detonando algo dentro de mi.
—Klaus—Gemí cuando esa corriente que tanto conocía se formó en mi interior.
—Dejate llevar amor.
Su voz fue el detonante para que aquello en mi interior explotara, mis manos se aferraron a las sábanas y mordí mis labios para no dejar salir sonido alguno.
Dejé caer mis piernas a los lados, estas me temblaban y mi corazón palpitaba como si quisiera salir de mi pecho.
Klaus sonrió al verme así y llevó a sus labios la mano con la que hace unos segundos me daba placer.
—Deliciosa.
Mi rostro se calentó.
Aun no me acostumbro a estas cosas.
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Antes de ti #1 (Completa)
Teen FictionCuando los padres de Anneliese deciden separarse, ella ve como su mundo se cae a pedazos. Lo peor llegó cuando su madre decide mudarse a otra ciudad y ella debe acompañarla. Lejos de sus amigos y su familia, Anneliese debe comenzar desde cero una nu...