37- La mejor amiga

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Esto tiene que parar.

No puedo estar todo el fin de semana tirada en la cama viendo películas de romance mientras como un bote de helado.

¡Soy una tonta! No debería estar así, pero muy en el fondo sé que me pone triste saber que Klaus no hizo todo eso porque quizá yo le gustara, solo lo hizo para querer acostarse conmigo.

Pero bueno ¿y eso que?

La vida sigue, hay más hombres en el mundo, no puedo estar así solo por él.

Pero fue tan decepcionante.

Termine de comer el último poco de helado que había en el bote y lo deje en la mesa de noche.

—Bueno Anneliese, basta de tristeza, no puedes estar así.

Me di ánimos para levantarme de mi cama y salir al mundo, eso es lo que debo hacer. Cambiarme  ponerme bella, sacar a mi perro y que ese estúpido vea que no me afecta en nada sus cosas.

Me levante segura de mi cama y camine hasta la ventana y la abrí de par en par.

—No me dejaré caer ¡No señor!—Grité con ánimo, pero un segundo después me arrepentí al ver que en casa de la vecinos Kadeem estaba mirándome como si fuese un espectáculo de circo.

De seguro no era solo por mi grito, si no que era por mi vestimenta.

Estaba solo con una camisa enorme y algo, muy, vieja y esta tenía varios huequitos por todas partes... ¡Qué vergüenza!

Entré de inmediato y la valentía que hace unos segundos me envolvió, desapareció así como llegó.

El timbre de mi casa sonó, pero deje que mamá abriera. Por nada del mundo bajaría en estas fachas.

¿Por qué las visitas siempre llegan cuando estamos vestidas como indigentes?

¡Avisen! Así al menos una tiene tiempo para vestirse.

Abrí mi armario y comencé a buscar que ponerme para ir a pasear a Donko.

Unos murmullos fuera de mi habitación.

¿Quién será?

—¿Ma?

La puerta se abrió de golpe dejándole ver una figura que no pensé que tendría en frente de nuevo.

—Ya llego por quien llorabas, chiquita.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver a Andy frente a mi.

—¡Andy!

Tiré la ropa lejos de mí y corrí a abrazar a mi mejor amiga.

—¿Cuando llegaste? ¿Qué haces aquí? ¡¿Por qué no me avisaste?!

abrazadas, caminamos hasta mi cama y nos tiramos ahí.

—Llegué hoy. Vine a visitarte, por su puesto. No te avise porque quería que fuese sorpresa.

La dejé de abrazar y la miré.

—¿Y la escuela?

Ella se encogió de hombros.

—La están fumigando, de nuevo ¿Recuerdas el nido de cucarachas que el año pasado encontraron en la cancha de basquetbol?—Asentí—Pues volvió y con más fuerza. Así que están fumigando toda la escuela.

Hace un año exactamente las chicas del equipo de básquet se quejaban que salían muchas cucarachas en la ducha y en los vestidores, así que la escuela decidió buscar el origen del problema y se encontraron un nido con miles de estos bichos.

Antes de ti #1 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora