Capítulo 3

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- Manu.

- Qué.

- ¿Sabías que los rayos se producen por la interacción entre partículas positivas y negativas?

- ¿De qué hablas? Oye, suficiente tengo con las clases para que me sigas hablando de temas científicos. Y no me digas Manu, suena como a mujer española - pidió.

- No es cierto - reí.

- Es como si yo te dijera Er...er...erección - bromeó riendo.

- No es lo mismo, tú y tu doble sentido.

- Erick. ¿Has tenido erecciones?

- Que te importa - dije avanzando.

- Espera, Erick.

Sentí su brazo descansar en mi hombro, no podía negar que un día de clases no era lo mismo sin él.

- Sí claro, como tú digas - escuché a mi lado.

- Anda, ven y dame la cara.

- ¿Christopher?

- ¿Lo conoces? - preguntó mi amigo.

- No, osea sí un poco.

- Déjame en paz - empujó Christopher para aquel chico.

Manuel insistió en ir a ver que pasaba, no éramos los únicos, más de algún estudiante estaba a la espera de alguna pronta pelea.

No entendía mucho de lo que le reclamaba el otro chico, los gritos de los demás exigiendo un espectaculo de golpes no me lo permitían.

- ¡Se armó! ¿A quién le vamos? - preguntó mi amigo emocionado.

- A ninguno, estás loco.

- Uh. ¿Viste, lo viste? Le dio durísimo.

Quedé perplejo ante la agilidad de Christopher, su manejo con los golpes eran algo que impactó bastante.

- LA DIRECTORA - gritó alguien en aviso.

- Vamos vamos - dijo Manuel.

Vi como aún estaba dándole de golpes a ese niño, si lo encontraban de seguro se metería en serios problemas.

- ¡Oye! - exclamó apenas lo empujé.

- Párate, vamos - dije ayudando a que se levante.

Traté de alejarlo lo más que pude del colegio, sentí la necesidad de ayudarlo.

- Me dejarás una marca si sigues apretándome así - dijo mirando mi mano.

- Lo siento, solo quise ayudar - solté.

- Gracias.

- ¿Por qué te peleaste? Apenas llevas dos días aquí y es como muy pronto para problemas.

- Ni siquiera sé quién es. Al parecer se molestó porque su novio me habló, yo que culpa tengo - respondió.

- Claro, tienes razón.

- Qué. Por qué me miras así - rió.

- ¿Practicas?

- Qué cosa.

- No lo sé, es que peleas bien - respondí.

- ¿Tú crees?

- Sí.

- Cuidado - dijo extendiendo su mano en puño.

Golpeé su brazo con la fuerza necesaria para quitarlo, me sentí un poco mal y no dudé en querer disculparme.

- Per...

- Fui más rápido - dijo dejándome en el suelo.

- Mi espalda - me quejé entre risas.

Había olvidado lo mal que dormí.

Me ayudó a ponerme de pie, esperaba no tener ningún tipo de problemas con él, si que era astuto.

- Sigo insistiendo en que te he visto en otro lugar - comentó.

- Quizás, la verdad tú también te me haces no sé si conocido, pero como si lo fueras. ¿Me explico?

- Creo - sonrió.

Llevé mis manos a la cara sintiendo una gota, el clima estaba bastante raro últimamente.

- Creo que...

- Ven - pidió.

Lo seguí hasta ponernos bajo un árbol, la lluvia parecía no tener compasión.

- ¿Crees que se detendrá pronto?

- No lo sé, pero la lluvia me gusta. Toma, para que no te mojes.

Miré su abrigo sin saber si sería bueno tomarlo, pero su insistencia me llevó a recibirlo.

- ¿Y tú?

- No me molesta el agua, la disfruto - dijo admirando la lluvia.

- ¿De verdad? - pregunté sorprendido.

- Sí. ¿Por qué?

- Muchos la odian, prefieren más el sol y el calor.

- No saben de lo que se pierden.

- Al fin alguien que me entiende - solté.

- Podemos ser amigos, si quieres - propuso.

- Será un gran gusto Christopher.

Mi Último Destino - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora