Capítulo 14

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Me quedé un poco más aliviado al saber que Christopher ya estaba con su familia, no tuve una cercanía propiamente tal con ellos pero se veían preocupados.

- Tía - llamé al verla.

- Erick. ¿Estás bien? - preguntó.

Claramente negué, había perdido a las tres personas más importantes de mi vida y sería algo de lo cual no me recuperaría tan fácil.

- No me han dicho nada, no sé que pasa.

- Ya está todo listo, no te preocupes por eso. Tienes que estar que tranquilo - dijo en consuelo.

- ¿Qué pasará conmigo? - pregunté de inmediato.

- No lo sé, es algo que tienen que ver aún, apenas tienes dieciséis.

- Sé que me adoptaron - solté.

- ¿Te lo contaron? - preguntó asombrada.

Era más que claro que solamente yo no estaba al tanto de aquella verdad.

- Sí - mentí.

- Erick, yo no puedo hacerme cargo de ti - confesó.

- ¡Pero por qué! Eres mi única familiar aquí, me llevarán a uno de esos lugares de menores y yo no quiero estar ahí...tía por favor - rogué.

- Yo tengo a mi familia, mis hijos también me necesitan, son pequeños y mi atención está completamente en ellos.

Miré a mi alrededor sin saber que más hacer, yo a mi edad no podía hacer mucho.

- ¿Qué pasará con la casa de mis padres, con sus cosas?

- Seguramente hay un testamento.

- Puedo vivir solo, pero necesito que me ayude. Prometo no darle problemas, solo diga que se hará cargo de mi - propuse.

- Me estás metiendo en un problema.

-  No voy a estar mejor en otro lado que no sea en mi casa, puedo solo, confíe en mi.

- Hablaremos de esto en otro momento, tenemos que ir a casa, de seguro no has comido nada.

- Mi...amigo aún está aquí, me gustaría quedarme un poco más - respondí.

- No, tienes que venir conmigo, tengo que cuidarte al menos en lo que se resuelve lo tuyo.

Asentí, solo le pedí poder despedirme de Christopher, quería asegurarme de que iba a estar bien.

Caminé en dirección a su habitación, toqué la puerta esperando a que alguien me permitiera el ingreso.

- Hola, de seguro es la madre de Christopher. Y-Yo venía a ver como seguía y a despedirme - dije nervioso.

- ¿Eres?

- Erick, su...

- No te quiero cerca de mi hijo, ya bastante hicieron tus padres - comentó.

- Fue un accidente, ellos no tuvieron la culpa.

- Agradece que no le pasó nada a Christopher, ya te dije y te lo vuelvo a repetir, no te quiero cerca de él.

- Pero yo solo quiero saber como está - insistí.

- Buenas noches - dijo para entrar.

Quise insistir, pero solo me quedó el sonido de la puerta cerrándose frente a mi cara.

Avancé hasta en donde se encontraba mi tía, mi destino quizás era incierto y solo el destino se encargaría de mostrarme el camino correcto.

- Pasa, siéntete cómodo.

- Gracias - dije intentando sonreír.

Saludé a mis primos quienes jugaban muy tranquilos, por un momento se me vino el recuerdo de mi hermana y lo poco cariñoso que fui con ella, de seguro sería uno de mis grandes pesos.

- ¿Hola? - saludó mi tío.

- Se quedará con nosotros por unos días, ya sabes que no puede quedarse solo.

- ¿Aquí?

- Claro, no tiene a donde más ir.

- Pero tiene su casa ¿no?. Digo, algo le habrá dejado tu hermano - comentó.

- ¿Puedes mostrar cortesía?  Es mi sobrino.

- Tú ves que haces, pero aquí no hay espacio.

Lo vi alejarse entre el comedor de la casa, incómodo era una palabra que no le hacía justicia a lo que estaba sintiendo, solo quería irme a casa, quería a mi familia.

Mi Último Destino - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora