Capítulo 21

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- ¿En dónde diablos te habías metido?

- Que forma tan particular de hablar, te recuerdo mi nombre...

- Perseo, lo recuerdo - interrumpí.

- ¿Christopher en dónde está? Necesitamos aprovechar el tiempo.

- Supongo que en su casa.

Sentí un empujón que me hizo retroceder de inmediato, ya me quedaba más que claro que mi ahora hermano solo aparecía para hacer sus prácticas guerreras.

- Nunca pierdas la mirada de tu enemigo, fácilmente...puede darte un golpe - dijo dando una bofetada.

- ¿Debo pelear a golpes? Disculpa pero es estúpido, él hasta anda por los aires - dije en referencia a Hades.

- Tienes que ser ágil Erick, de que te sirve tener algo para defenderte si ni en pie te sostienes, mira.

Llevé mis manos a la pared para mantener el equilibrio, quise lanzar un golpe pero mi velocidad no era suficiente.

Tomé una postura esperando a que lance algún golpe, no era tan sencillo darle de golpes con la posible experiencia de él.

- Debe ser Christopher - dije al escuchar la puerta.

Se hizo a un lado para que abra, se notaba el interés de ayudarnos a los por igual.

- Te dije que te alejes de mi hijo - reclamó dando una bofetada.

- MAMÁ - escuché a lo lejos.

- Entiendo que esté molesta por lo que pasó, pero no fue culpa de mis padres. Anda, dile - hablé para Perseo.

Su silencio me sacó un cierto enojo, no tenía más que su mirada en la mía.

- ¿Estás loca o que te pasa? - preguntó Christopher.

Sus brazos me abrazaron de inmediato, no pude evitar no hacerlo.

- Suéltalo, obedece Christopher - ordenó.

- Usted no es su madre, no debería obligarlo - añadió mi hermano.

- ¿Perdón?

- ¿Cuándo me ibas a decir que no soy tu hijo?

- Christopher no es necesario - susurré.

La tensión no hacía más que aumentar, su rencor hacia mí era totalmente injustificado.

En todo momento intentaba sostener a mi novio, no quería meterme en una discusión que no me correspondía, pero su enojo lo estaba llevando a una furia que quería evitar.

- Deja de empujarme - exigió.

- Métete a la casa, ahora - pedí.

- ¿Vas a comenzar tú también?

- QUÉ TE METAS A LA CASA.

Cerré la puerta dejando la imagen de Christopher fuera de mis ojos, apenas estábamos comenzando lo nuestro y al menos de mi parte esperaba que sea la única vez que tuviera que gritarle de esa forma.

- ¿Eso querías lograr?

- ¿Yo?

- Dile que salga o yo misma dentro y lo busco - advirtió.

- Nuevamente lamento lo que pasó, pero Christopher está bien, no le pasó nada. Solo quiero ayudarlo, déjelo que se calme - pedí.

- ¿Quién eres tú para ordenarme a mi?

- No le estoy ordenando nada, simplemente quiero que esté tranquilo. Christopher es...es mi novio - confesé.

Negó sin decir nada, esperaba al menos un reclamo pero solo retomó su camino.

- ¿Se fue?

- ¿Por qué no le dijiste nada? Se supone que vienes a ayudarme - reclamé para mi hermano.

- No es mi misión.

Me acerqué a Christopher quien apenas me senté a su lado se levantó, abrí la boca con algo de impresión, la verdad no entendía nada.

- ¿Es broma?

- ¿Vengo para defenderte y tú me gritas?

- ¿Te estás escuchando? Vaya, no sabía que estaba hablando con un niño - respondí con ambas manos en la cintura.

- Necesitaba hablar con ella.

- ¿Así de enojado? Pues entonces vete, no valoras nada, eres un egoísta.

- ¿Qué...? Ash - soltó enojado.

- Solo quería apoyarte, eso hacen los novios.

- Esperen. ¿Cómo que novios? ¡Ustedes son primos, familia!

Mi Último Destino - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora