Este soy yo, ¿Puedes amarme?

capítulo 1

Bueno hello, no estoy segura de cuántas personas verán esto porque recién debuto con esta historia, pero por lo mismo haré esta nota de manera futurista, agradezco infinitamente a todos los que leerán este fic, o en su defecto los que leen y/o leyeron, es mi primer proyecto formal porque aunque tengo otras historias esta es la primera que presento en Wattap, de todas maneras me gustaría que interactuáran con ella y me dejen sus teorías y comentarios así como que notarán esa ¿estrellita que tenemos en la esquina inferior derecha? Solo si les gusta lo que leen por supuesto, yo las amaría 1000. Para terminar les diré que las actualizaciones serán los miércoles y domingos y como tengo el fic casi terminado no tendremos problemas con eso. So... Espero que lo disfruten. Ahora el capítulo. Besitos de perrito mua.

-Chanyeol mira la cámara por favor. Solo mantén una expresión distante pero cálida si? -Eso, lo estás haciendo genial.

El flash de la cámara molestaba, era imposible concentrarse del todo pero aún así lo intentaba duramente, chanyeol era un artista en crecimiento, uno de los tantos jóvenes descubiertos por Kim Junmyeon presidente de la Star Music, una de las empresas musicales más reconocidas en corea del sur. Park Chanyeol había dedicado toda su vida a la música, era su razón de ser, cantaba en las calles, en el metro o cualquier bar que necesitara música ambiente. Durante cinco años trabajó sin descanso buscando una oportunidad, aún cuando su hermana Yoora lo regañaba por desperdiciar su tiempo en ello en vez de estudiar algo decente, el solo pensó en cumplir su sueño, ser cantante, vivir de aquello que le apasionaba.

Se levantaba temprano en la mañana y salía a correr para mantener su cuerpo en forma y trabajar su respiración, luego de darse una ducha y calentar sus cuerdas vocales apropiadamente como le había enseñado su profesor de canto y amigo Do Kyungsoo, tomaba su guitarra y cantaba alguna de sus composiciones, o escribía letras que se le ocurrían si se sentía inspirado en algún momento, la voz de Chanyeol era grave y profundamente sensual, oscura y hermosa según palabras del mismo Kyungsoo así que  aprovechàndose de esto  sus melodías eran románticas con un toque de seducción que entonadas por su voz resultaban hipnotizantes.

En las primeras horas de la tarde salía a las calles de Seoul, buscando los lugares donde los enamorados se congregaban, o simplemente había más fluencia de público y cantaba para todos, para  los que eran felices, para los que no, para los que amaban o para los que sufrían por amor. En un principio fue difícil, pero la voz de Chanyeol no era un juego, así que al cabo de unos meses ya contaba con un pequeño público que lo esperaba y lo elogiaba al final de sus presentaciones, también lograba recoger algo de dinero en agradecimiento así que su corazón estaba feliz de poder hacer algo de provecho para su vida con su arte, aunque fuera solo un poco, ya que solo contaba con la ayuda de su hermana después de perder a sus padres en un terrible accidente cuando ambos tenían seis y diez años respectivamente; por lo que ser de utilidad era algo bueno.

Fue a sus veinte años cuando Yixing su mejor amigo, le avisó que el cantante del bar-restaurant Éxodo donde él trabajaba como barman, había sido despedido, así que buscaban a alguien. El Éxodo era uno de los locales más reconocidos en Seoul, sus clientes habituales se habían convertido con el tiempo en personalidades reconocidas, así como gerentes de empresas exitosas o simplemente personas de estatus social elevado, por lo tanto la política del lugar manejaba la discreción como punto fundamental contando con zonas reservadas y un personal de exelencia que estaba entrenado para hacer su trabajo de manera extremadamente profesional.

Chanyeol no lo pensó dos veces, cambió su atuendo por algo más formal pero fresco para mantener una imagen jovial y se encaminó en dirección al Éxodo. Lo primero que hizo al llegar a las puertas del mismo fue tomar el cartel que informaba sobre la audición que allí se efectuaría y después de saludar amablemente al portero se introdujo en el espacioso lugar.