XIV

3.3K 534 133
                                    

capítulo catorce
IDEA PELIGROSA

Después de las clases, la morena fue acorralada por Peter y Sirius afuera del aula de transformaciones, siendo esta la última clase de la semana. Los dos leones la llevaron contra su voluntad a la casa de los gritos, donde una noticia en forma de comentario la abrumó.

—¿Se han vuelto locos? Eso es peligroso —comentó la morena visiblemente aturdida por la noticia.

—Duquesa, es la única forma de ayudar a lunático. Sabes que se hace mucho daño en ese estado, solo queremos evitar que se haga más —explicó Sirius.

—Transformándose en animales no creo que sea la solución. Sus vidas corren riesgo solo intentándolo.

—Estaremos bien, créenos —pidió Sirius con voz pasiva, intentando convencer a su amiga.

—No lo sé, no creo que sea buena idea.

—Si te mantiene tranquila, los libros dicen que los licantropos solo atacan a las personas, pero no a los animales —añadió Peter.

—Saben cómo es el ministerio de magia con estos temas, los encarcelarán por hacerlo ilegalmente.

En ese instante, el sonido de la puerta abrirse la interrumpió. Era Remus.

—¿Qué es ilegal? —preguntó Remus confundido.

Los dos leones se miraron con nervios, hasta que la morena habló:

—¿ Sabías que quieren volverse animagos?

—¿Animagos?

—Queremos ayudarte, pero en este estado no podemos —se apresuró a decir Sirius—. Sabes que los hombres lobo no atacan a los animales.

—Tendríamos mucha ventaja si lo hacemos —comentó Peter.

Remus los miró a todos a los ojos, en los cuales pudo ver la disposicion de los dos leones, pero menos la de Calpurnia. Remus suspiró con tristeza.

—Entiendo que quieran ayudarme, pero no es su problema, es el mío —explicó en tono tranquilo.

—Remus... —intentó hablar Sirius.

—No sería capaz de arrastrarlos a mi miseria solo para sentirme acompañado —lo interrumpió Remus.

—Eres nuestro amigo, nuestro hermano. Nunca te dejaríamos solo aunque tu quisieras.

—Pero es arriesgado, en todos los sentidos —dijo Remus sentándose en la cama, donde comenzó a tallar su cien con frustración.

—Yo aceptaría el riesgo —habló Peter.

—Yo nunca dudaría en hacerlo —comentó Sirius.

Remus lo pensó unos largos segundos, hasta que con un suspiro ladeó su cabeza.

—¿Y como piensan hacerlo? —preguntó.

—En la sección prohibida debe haber algo, así que planeo buscar el libro esta noche —comento Sirius.

—¿Tu solo? —preguntó Remus.

Sirius asintió.

—Creo que seria mejor que solo uno vaya por si nos pillan —contestó Sirius.

Remus no hizo más que asentir.

—¿Y duele el proceso? —preguntó Peter tembloroso.

Calpurnia negó.

—Solo es un proceso largo con complicaciones ya que puede durar meses... o incluso años.

—Esta bien, pero deben prometer que a la primer mínima complicación, abandonaran esta locura —pidió Remus.

LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora