La falta de amor es la raíz de todos nuestros problemas.
El amor es la semilla del jardín que cultivamos dentro de nosotros.
Hubieron momentos en que no me amé, entonces:
Mentí.
No tuve disciplina.
Me deprimí.
Me aferré.
Me culpé.
Sentí vergüenza de haber dado, aunque no merecieran.
Grité.
No entregué lo que sentía.
No abracé.
Y me encerré.
Y me alejé de quienes me aman.
Me casé con quien no me amaba.
Lastimé a otros.
Insulté a otros, y a mí.
Y permití que me lastimaran.
Que me mintieran.
Pospuse cosas.
Me enfermé.
No cumplí promesas que me hice.
Me desprecié.
Y ahora, estoy aquí, recordándome que soy el amor de mi vida, recogiendo los pedazos rotos. Los que yo rompí.