La casa de papel 4

14-RIO

—shh cariño, no llores. Se va a poner buena, vas a ver

—como puedes saberlo?? nadie lo sabe. Rio... si le pasa algo yo...—no sabía si podía terminar la frase, la sola idea de imaginarme a Nairobi muerta me cerraba la garganta y no me dejaba respirar— si le pasa algo yo me muero, Rio.

—Tokio no digas eso—dijo mientras me acunaba con sus brazos—Nairobi es una mujer fuerte, y aparte tiene sangre japonesa ahora. Sangre de Tokio, me oyes?? de tokio, tu sangre, que es más fuerte que 100 putos tigres.—solté una risita, el también sonrió

Ambos permanecimos en silencio, solo mirándonos. El me acariciaba el cabello y yo simplemente me dejaba llevar, intentando olvidarme de todo lo que pasaba fuera de este baño.

Luego de un rato dije:

—Al final, la vida es demasiado corta. Nunca se sabe cuándo será nuestro momento, si será en un atraco, en la calle o en el medio de una isla. Yo ya no quiero correr más. No quiero seguir fingiendo vivir una vida de adolescente, quiero sentirme segura de quien soy. Vivir el presente. Quiero dejar de escapar y simplemente...—tomé aire, sabía que lo que estaba a punto de decir iba a marcar un antes y un después—Rio, yo lo que quiero es vivir mi presente contigo.