Quien La Molesta

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Sherlock recogió a su hija como ya era costumbre, en realidad ya se había acostumbrado a llamar la atención por ser uno de los pocos padres que iba por su niña, pero el mismo se aburría ya que las mujeres eran comunes y aburridas cuya preocupación era pensar que harían de comer esa tarde.

-Rosi- llamó a su pequeña y está corrió hasta el mientras, el detective se agacha a para abrazarla sin embargo la niña no lo abrazo solo le saludo y comenzó a cambiar en dirección a casa.

Fue solo un segundo pero Sherlock lo noto de inmediato cuando la tuvo enfrente.

Rosi había estado llorando

Sherlock se preocupo evidentemente pero no tenía duda de eso, algo o alguien había provocado que su estrellita llorara ese día.
Fue con ella y le tomó la mano, ella también le apretó la mano con fuerza.

Era claro que era un genio pero no era necesario serlo para notar que Rosi siendo la niña feliz que era ese día no estaba saltando, riendo o jugando.

-como te fue en la escuela? - preguntó Sherlock mirando a su hija atentamente, noto unos raspones en sus rodillas, era común que los niños se rasparan y aún que no le gustara no podía protegerla de eso, incluso el vivía con las rodillas raspadas a su edad... Pero tomando en cuenta su actitud.

-bien -

Respondió de manera cortante incluso para una niña, esto para el detective eran unas grandes alarmas, ¿un niño molestaba a su hija?.

-que hiciste hoy? - preguntó Sherlock tratando de buscar más datos pero sin alarmar a su niña.

-Separe lunetas de colores... Fue aburrido, ya se cual es el rojo - contestó la niña sin mucho ánimo, Sherlock ya no hizo preguntas por el momento hasta llegar a casa.
Cuando llegaron la señora Hodson estaba por saludar a la niña pero Rosi salió corriendo al piso de arriba mientras Sherlock se quitaba su abrigo.

-que le pasa a Rosi? Siempre llega muy feliz--la anciana también se preocupo así que le pregunto al detective quien negó con la cabeza.

-no lo se, pero le aseguro que voy a averiguarlo, le diré a John si es necesario pero creo que alguien está molestandola - informo Sherlock su principal teoría ya que Rosi no actuaba así jamás, ella era la clase de pequeña que aún que el cuarto estuviera lleno saludaba de uno en uno con una enorme sonrisa y un beso en la mejilla, más a los integrantes de su familia.

Sherlock subió rápido pero no vio a su hija en la sala así que su siguiente opción fue el cuarto de la niña.
Ella estaba en su escritorio dibujando, en la última navidad John le había regalado a Rosi un casco de astronauta realmente bello para que la niña pudiera jugar a los astronautas, ella rara vez dejaba este lejos de ella y en esta ocasión era igual dibujando justo alado del casco.

-Estrellita... Puedo pasar? - Sherlock jamás había sido el ser más amoroso sobre la tierra  así que su tono no podía dejar de ser algo serio.

-Si papi - la niña no lo volteo a ver al parecer estaba entrada en su dibujo, Sherlock entró y se sentó en la cama viéndola dibujar.
El pelinegro siempre era frío e hiba directo al punto pero había aprendido a controlar más sus palabras para no confundir a su niña.

-Puedo saber por qué lloraste? -

-yo no llore- mintió la niña ya que no era un detective por nada.

Los padres de Rosi (johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora