Los padres de Rosi (johnlock)

Pérdida En La Ciudad

Rosi había esperado a su padre en el auto mientras este hiba a comprar la leche, sólo se quedó tarareando y mirando por las venas las obscuras calles de Londres.
Obviamente la pequeña llevaba el cinturón, noto cuando Sherlock salió de la tienda y se quedó mirándolo mientras este se dirigía al auto, Rosi era una niña pequeña sin embargo su padre la había educado y enseñado cuando el peligro era claro así que cuando vio que alguien seguía su papi se alarmó, no hizo nada hasta que noto que lo jalaba a él callejón.

-Papii!! Papi! -
Rosi se sacó el cinturón y trató de abrir la puerta pero esta estaba cerrada, claro que lo estaba Sherlock nunca dejaría a su hija en un auto sin los seguros, Rosi se apresuró y fue al asiento de adelante callendo se cara cuando pasó por la palanca de velocidades.
Comenzó a apretar el claxon del auto tan fuente como pudo usando todo su pequeño pezo para precionarlo y que sonara fuertemente, necesitaba que su papi tuviera ayuda, estaba llorando desesperada cuando nadie acudió a la primera así que volvió a precionar por un largo rato

Finalmente el sonido desesperado del auto llamó la atención de alguien pero cuando los atacantes corrieron al coche Rosi se apartó y se escondió en el piso de los asientos de atrás haciéndose un ovillo entre las compras de su padre, vio a dos hombres enmascarados subir al auto y arrancarlo, mientras conducían se sacón la máscara y Rosi trató de ver sus caras.

Su padre le había explicado como funcionaba, Rosi tenía que estar segura de quienes eran para reconocerlos después sin embargo su prioridad era escapar de ahí después de todo como hiba a poder reconocer a alguien si estas muerto?.

Rosi se quedó quita tratando de escuchar...todo, las voces de afuera, los sonidos y sobre todo las de esos dos hombres.

Ahora era una esponja una que recolecta información, Rosi no era ni de lejos como su papi.
No podía deducir a estas personas pero podría recordar los datos y repetirlos, un aroma familiar le llegó a la nariz incluso aún que fuera de noche la calle panadera de Baker Streed estaba grabado en su nariz.

Rosi no dominaba la técnica de memoria de Sherlock, intentaron enseñarse la pero aún era muy Pequeña para saber que guardar en su cabeza, era una niña lo más importante que recordar en su vida era el número de teléfono de su familia, la dirección donde vivía, números de emergencia y el capítulo de ayer de bob esponja.

-hay que alejarnos de aquí lo antes posible seguro llamaron a la policía ya -

Rosi escucho a uno de los hombres y se tapó la boca para ni siquiera respirar, apenas podía verlos desde su posición en la obscuridad del automóvil pero ahora no necesitaba ver más sus facciones tenía lo que necesitaba ahora solo le importaba no ser vista.
Su corazón latía desembocado y estaba temblando la pobre niña, tenía ganas de llorar por su papá pero... Tenía que ser valiente

Paso alrededor de media hora cuando llegaron a algún lugar de la ciudad que Rosi pudo descifrar como una especie de almacén simplemente no estaba segura, sólo noto que el lugar ya no estaba a la interperie.

Los asaltantes estacionaron el coche y Rosi escucho el clik de la palanca aún echa un ovillo tratando de que nadie notará que ella estaba ahí pero los hombres estabas discutiendo como no pudieron desquitarse contra Sherlock.
Rosi se preguntó por qué esos hombres querían con tantas ganas lastimar a su papi, sin embargo los escucho irse, incluso ak estar pegada a la puerta escucho los pasos de uno de los hombres del otro lado de la puerta en la que Rosi estaba recargada, la niña escuchaba con atención esperando a que los pasos se alejaran de ella incluso cuando dejó de escucharlos asomo lentamente viendo que los hombres estaban atrás del auto alejados unos 10 metros del auto y dándole la espalda.

Esto dio tiempo a Rosi de ver el lugar, era definitivamente una especie de cochera de un conseciobario pues era enorme, habia una entrada igual de grande frente al auto donde seguro bajaba la cortina, Rosi vio a sus secuestradores esperando que no se girarán.
Si tenía suerte podría escaparce por la salida que no estaba más que unos 4 metros del auto en el que estaba.