Hotchner nos informó que nos podríamos tomar el día siguiente libre, así que Spencer y yo acordamos en ver Spartacus en mi departamento. Quedamos a las siete y yo probablemente no debería haber estado tan emocionada como estaba, pero que va. Tan cansada como estaba, pasé por Walmart para comprar chile y otros ingredientes para preparar tacos y quesadillas. Tenía ese terrible antojo por comida mexicana y, ¿que mejor para evitar la culpa que compartirla con alguien? También conseguí palomitas y refrescos, y no pude evitar pasar por la canasta gigante de DVDs y llevarme las nuevas temporadas de Doctor Who, Supernatural y Once Upon A Time. Bien, en resumen, fui a por poco y acabé llenando el carrito hasta el borde. Dios bendiga los M&M’s. Era bastante tarde cuando llegué a mi lugar, así que solo dejé las bolsas en la encimera y me acosté a dormir.
Soñé en blanco, y desperté poco después de mediodía, jurando tener que acomodar mi horario de sueño para evitar andar como una muerta en vida todo el tiempo. Me dispuse a ordenar mis compras mientras picaba aquí y allá. Vi un par de episodios de Once Upon A Time y para cuando caí en cuenta, ya eran casi las cinco. Maldije antes de ponerme a preparar los tacos rápidamente. Jamás había puesto tanto esfuerzo en una cena, y consideré el hecho de que quizá Spencer podría malinterpretarlo. Pero en caso tal, ¿estaría malinterpretándolo, o solo viendo la verdad? ¿Cuál es la verdad?
Jamás me preocupé por realizar un vínculo emocional con nadie, mucho menos algo medianamente romántico, así que todo eso era una experiencia totalmente nueva para mí. Esto podría ser el inicio de una amistad verdadera, o quizá lo que sienta sea algo totalmente diferente. No podría decirlo.
Para cuando saqué los tacos del horno, noté que faltaban diez para las siete, así que me di tiempo para tomar una ducha rápida para deshacerme del calor de la cocina, pero mi ducha se alargó, y Spencer no daba señales. Mientras secaba mi cabello rápidamente con una toalla, noté que había un botón brillando en el teléfono. Un mensaje. Lo presioné al mismo tiempo que tocaban mi puerta.
“Hola Evelyn, es Spencer. Escucha, lamento llamarte tan tarde, pero un amigo llegó a la ciudad inesperadamente y debo hacerme cargo, espero no te moleste y podamos ponernos al día con Spartacus luego. Ah, y una última cosa, no es por alarmarte, pero Peter Wright escapó de la comisaría del shérif antes de que lo pudieran trasladar. No se sabe de su paradero, pero la policía trabaja en ello. Bien, eso, creo que es todo, ten una buena noche.”
Tocaron la puerta de nuevo, y por un momento se asomó un atisbo de esperanza. “¿Spencer?” Pregunté mientras me acercaba a la puerta, asegurándome de que todo estuviera medianamente organizado. “¿Cambio de planes?”
Abrí la puerta, y del otro lado no se encontraba Spencer, sino una versión enojada y desordenada de Peter Wright.
- A las lectoras y lectores. -
Como les informé en un comentario en el capítulo anterior, estoy hasta el cuello en exámenes, y ahora mismo debería estudiar para el de matemáticas de mañana, pero decidí darles un regalito. La primera parte de un capítulo largo, ya van viendo de que va. Estoy de buen humor, porque nuestra primera prueba fue de Castellano, acerca de la Divina Comedia, y justo hace poco pasaron por AXN el capítulo "Burn", que se basa especialmente en el Infierno, y me ayudó mucho que mi bebé fuera quien me explicara el exámen. Bien, después de ese comentario totalmente inútil, quisiera acabar diciéndoles que jamás podría abandonar la novela, y seguiré subiendo esporádicamente en mis ratos libres.
Besos,
Nicolé.
