Youjo senki volumen X

CAPITULO 34: CABALLO DE TROYA

2 de abril, año unificado 1941

Kaiserhoff, República Prusiana

Las elecciones nacionales que Tanya había prometido al Parlamento cuando les pidió la Ley de Habilitación estaban programadas para un mes. Tendrían lugar el 2 de mayo. Todos los periódicos estaban en modo campaña completa. Los pertenecientes a los centristas insistieron en los cambios recientes y pidieron un retorno a los buenos valores tradicionales. Los periódicos socialistas querían aún más legislación para proteger a los trabajadores y gritaban que las grandes empresas mantenían deliberadamente tasas salariales más bajas de lo que deberían ser. El salario mínimo, que había sido una bendición cuando pasó, ahora se veía como un techo artificial. Muchos empleadores se negaron a pagar a los trabajadores comunes algo más alto. Los trabajadores con habilidades especiales o capacitación fueron, naturalmente, mejor compensados, pero la mayoría estaban estancados. Los pocos puntos de venta de Black Soil hablaron sobre el alto costo de los equipos agrícolas modernos y la necesidad de precios más altos para sus cultivos. Los papeles nacionalistas eran todos de ella cómo. Después de lo que había sucedido en Baviera y los otros estados, Schumer y sus sapos habían acudido a ella con el sombrero en la mano.rogando que se les permita unirse a la Unión Nacional. Como todavía tenían muchos activos financieros y partidarios adinerados, Tanya acordó dejarlos entrar. El precio había sido escaños en el Parlamento para Schumer y las otras cuatro personas que nombró.

Tanya se echó a reír cuando pensó en eso. Schumer había sido presidente de la República durante dos períodos y líder de lo que fue, durante un tiempo, el partido político más grande y poderoso del país. Se consideraba un político brillante, pero vendió todo lo que aún tenía por cinco escaños en el Parlamento. Bueno, para ser justos, supuso que ese era el mejor trato que podía conseguir. No era como si hubiera sido más feliz si hubiera permanecido en la oposición. No, rendirse a lo inevitable había sido su mejor opción.

A pesar de todas las afirmaciones de la gente de que ella era un dictador, a los otros partidos se les permitió hacer campaña libremente. Los periódicos y anuncios de radio no fueron censurados más que los suyos. Podrían celebrar manifestaciones y dar discursos públicos. Pusieron carteles con las caras de sus candidatos y sus consignas. Camina por el centro de Berun y los verás. Y por cada póster de oposición que veas, habrá al menos veinte NUP.

Muchos carteles socialistas y centristas serían desgarrados, sus carteles desfigurados y sus reuniones y manifestaciones se romperían con ataques violentos de hombres que gritaban; ¡El líder! ¡Unidad! ¡Justicia! ¡Paz! Estos ataques no fueron orquestados por ella ni por el coronel Gunter o Goebbels. Estos eran solo partidarios comunes que veían cualquier oposición a ella como traición. Ella apreciaba su entusiasmo, pero realmente no era necesario. Todas las encuestas mostraron que tenía más de un noventa por ciento de aprobación. Incluso los editoriales religiosos que estaban en contra de la nueva inmoralidad legalizada, rara vez la mencionaban por su nombre. Sabían cuánto la amaban las personas y entendieron que solo perderían el poco apoyo que tenían si la atacaban personalmente. Entendieron que no había esperanza de derrotar a la NUP en las urnas.

"La situación va a cambiar bien", pensó Tanya. "Pero no de la manera que esperan"

XXX

Se reunió con el embajador Henderson en su departamento. Tanya pensó que parecía un poco cansado y un poco aprensivo. Quizás la crisis del mes pasado todavía le estaba poniendo nervioso. Sus países nunca se habían acercado realmente a la guerra, pero la situación había sido tensa por un corto tiempo. Goebbels había jugado el peligro al máximo absoluto en los periódicos y la radio estatal. Entonces, cuando ella había desescalado las cosas debilitaba su seguridad, los periódicos inmediatamente le habían dado el crédito por 'salvarlas' nuevamente. Además, era más evidencia de que Prusia realmente estaba bajo asedio y que no podían relajarse ni por un momento.