Youjo senki volumen X

CAPITULO 10: SIN DESCANSO

19 de julio, año unificado 1940

Kaiserhoff, República Prusiana

Después de la firma, Tanya asistió a una recepción y pasó gran parte de su tiempo hablando con la prensa extranjera o con los embajadores. El embajador Dubois salió temprano, pero los demás parecían contentos de conversar con ella. Los embajadores estaban especialmente entusiasmados con la idea de la unión aduanera. Tanya señaló que, dado que todos se reunirían para organizar la compra y entrega de productos estadounidenses, también podrían aprovechar la oportunidad para discutir otros asuntos. Con todo el mundo tan caótico como era, solo tenía sentido que trabajaran juntos. Tanya se ofreció gentilmente a organizar las reuniones en Berun.

A la mañana siguiente, finalmente era hora de que se fuera. Saludó a las cámaras por última vez y les dijo cuánto echaría de menos las hamburguesas, los hot dogs y el béisbol. Y prometieron una vez más que sus países seguirían siendo amigos de aquí en adelante. Tanya abordó el mismo destructor estadounidense. Le llevó ocho días transportarla a través del Atlántico y finalmente devolverla al suelo prusiano. Casi lo primero que hizo a su llegada fue volver a ponerse el uniforme.

Luego subió a una caravana de automóviles que la esperaba y pasó tres horas en el camino. En el camino, cada vez que pasaba por una ciudad o pueblo grande, veía multitudes reunidas ondeando la bandera del partido. Ya era de madrugada cuando finalmente regresó al Reichplatz. Se dirigió escaleras arriba a su suite. Cuando abrió la puerta, estaba Viktoriya, esperándola con una cálida sonrisa.

-¡Bienvenido a casa, Tanya!-

Ver a Viktoriya nuevamente después de tanto tiempo llenó de alegría a Tanya. No podía imaginar un mejor saludo. Bueno ... tal vez pudo haber sido mejor si Viktoriya estuviera en su traje de maid, o una bata, o nada en absoluto.

-Te he extrañado como no tienes una idea- Tanya se acercó a ella y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de la otra chica. La acercó para darle un beso largo y apasionado.

La cara de Viktoriya se vio empañada por el pánico repentino, empujó a Tanya con ambas manos.

-¡No!-

Sorprendida, Tanya retrocedió un paso y con extrañes replico -¿Qué pasa, ocurrió algo?- 

-La puerta aún está abierta-, dijo Viktoriya en un susurro de pánico.

Tanya miró por encima del hombro y efectivamente, no se había molestado en cerrarla. Tanya con una pierna la pateo y la cerró de golpe.

-¡Ahí! ¿Eso está mejor?-

Viktoriya se estremeció. -No te enojes, tenemos que tener cuidado. No sabes cómo ha sido últimamente, las cosas se  han agravado a habido más historias sobre nosotros que nunca"-.

-Siempre hay historias-. Tanya fue al bar y se sirvió un poco de whisky.

Viktoriya sacudió la cabeza con gran nerviosismo. -Nunca como esto. Desde que salieron las noticias de que ibas a recibir las reparaciones canceladas, la gente se estaba volviendo loca. La mayoría de la gente piensa que todo va a estar bien ahora, y que vas a solucionar todos nuestros problemas. Los comunistas han estado difundiendo todo tipo de historias sobre usted. No solo en sus papeles tampoco, hay carteles y folletos en todo el país que lo llaman todo, desde una prostituta hasta una lesbiana y un asesina de bebés-.