Youjo senki volumen X

CAPITULO 50: PIENSA EN TUS PECADOS

Después de su breve discurso, Tanya dejó el parlamento bajo una escolta militar extremadamente pesada. Los Mark 3 habían sido traídos y los magos aéreos estaban arriba en control total del aire. Tanya pensó que esta reacción exagerada era algo ridícula. ¿Esperaban un ataque aéreo? ¿Un levantamiento armado masivo? Aun así, no les ordenó que se retiraran. Incluso si era un poco demasiado, una nación siempre flexionaba sus músculos militares cuando alguien intentaba matar a su jefe de estado.

En lugar de regresar al Kriegsadler Palast, Tanya ordenó a su conductor que la llevara al hospital donde los heridos estaban siendo atendidos. El oficial a cargo de su escolta sintió que estaría más segura en su residencia, que ya había sido asegurada con una compañía de panzers y dos de infantería. Incluso le sugirió que se mudara temporalmente a Fort Clausewitz. Ella ignoró su consejo y fue al hospital, claro que antes de esto, se aseguró de tener reporteros y fotógrafos allí.

Tanya se sorprendió al ver cómo las víctimas se iluminaron cuando ella se acercó a su cama y les dio a cada una un poco de su tiempo. Un par de policías heridos lloraron cuando ella les agradeció lo que habían hecho. Una anciana había estrechado su mano y había llamado a Tanya su salvadora y rogó por una bendición, ella le ofreció una sonrisa y se  alejo de ella. Aunque la razón principal por la que estaba de visita era para propaganda, mientras estaba allí intentó consolar a las víctimas de la bomba. Estas eran todas las personas que habían cumplido con su deber o se habían lastimado porque eran sus partidarios. Si unas pocas palabras y una mirada comprensiva los consolaran, entonces ella se los proporcionaría.

Tanya NO se veía a sí misma como una mala persona. Oh, ella estaba muy consciente de que era capaz de hacer cosas horribles. Después de todos sus años en el frente y de aquel suceso trágico en el cuartel de los Russy la habían hecho cambiar, a tal grado que de ser una fría pacifista, hasta el grado de volverla una sádica que ha llegado a disfrutar de la emoción de la batalla y la euforia primordial de arriesgar su vida. Ella entendió que carecía de empatía y veía a la mayoría de las personas como herramientas u obstáculos. Ella sabía que tenía un don para la manipulación y la destrucción. Pero aún así, no se veía a sí misma como una mala persona. Lo que ella era, era una pragmática y una realista atrapada en un mundo cruel e indiferente, jugando un juego que siempre estaba destinada a perder. Entonces, si al final estaba destinada a fracasar sin importar lo que hiciera, solo tenía sentido obtener todo lo posible antes de la mano final por lo cual  conceptos tontos como la moralidad y el karma no tenían sentido.

Eso no la convirtió en una mala persona, solo en una buena asalariada.

XXX

La noticia de lo sucedido se propago rápidamente. Las ediciones de emergencia de los periódicos salieron a la calle expresando su indignación y conmoción. Excepto por algunos de los locales en Berun, ninguno de ellos tenía fotos de la escena. Pero los editoriales describieron el evento con detalles espeluznantes y muy imaginativos. Los programas de radio aparecieron durante toda la tarde y la noche. En su mayoría, querían asegurarse de que sus oyentes supieran que su amado líder estaba a salvo y sin daños. Los únicos hechos nuevos que se agregaron a medida que avanzaba el día eran sobre las víctimas. Hubo veintinueve muertos confirmados, incluidos seis policías y tres soldados. Todos ellos recibirían funerales estatales, y los policías y soldados medallas póstumas de Saint Rupert. Noventa y siete habían resultado heridos, con heridas desde leves hasta potencialmente mortales.

Tanya recibió mensajes de buenos deseos de los estadounidenses, británicos, ildoanos, ottoturcos y la mayoría de las otras naciones. Incluso la República emitió una breve declaración condenando el asesinato político y los ataques terroristas en principio. Sin embargo, cuando Tanya leyó la declaración, notó que no fue mencionada específicamente, y no dijo directamente que la República lamentaba el atentado contra su vida. ¿Había un significado oculto allí? Ella no quería ser paranoica, pero realmente había personas que la buscaban.