YM

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• 𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖚𝖊 •

YoonGi sintió terror.

Aquel adorable chico de regordetas mejillas era esa persona de la cual siempre temió.

No quería desterrar aquellos recuerdos ocultos que al tan solo recordar le desgarraban el alma. Siempre creyó ciegamente que el que una persona pudiese llegar hasta ahí, era imposible.

Pero Jimin lo estaba logrando...

Y eso le preocupaba.

...🦋...

Al escuchar tan solo sus pisadas y el eco que estas provocaban en el teatro supo que era un lugar ideal para estar, al menos por un rato.

Estando ya en el escenario sostuvo entre sus manos un pequeño violín blanco el cual fingió tocar, haciendo lo mismo con cada instrumento que se le atravesaba por delante.

Tan solo le faltaba uno: el piano.

Con una sonrisa se acercó a este llevando uno de sus dedos a una de las teclas dispuesto a presionarla.

--- Si señora Jung, puede que llegue algo tarde... ajá...si...Muchas gracias...

Jimin miró hacia la entrada con el corazón en la boca, encontrándose con un pelinegro que se hallaba de espaldas a los escalones hablando por celular. Su primera reacción fue correr casi en puntillas y ocultarse detrás de unas sillas del público, aprovechando así la zona más oscura del lugar.

--- Si... yo le aviso... cuídese, adiós...

YoonGi se giró y caminó a paso decidido, claro que, mirando a todas partes, igual como lo hizo Jimin al entrar. En sus manos traía unos papeles y un cuaderno. Tomó asiento y acomodó unas partituras en el soporte atril del piano y el cuaderno lo dejó a un lado, abierto por la mitad.

--- Tú puedes YoonGi, tú puedes... --- soltó un suspiro y subió un poco sus mangas. --- Vamos a ver qué tal vas quedando... --- a Jimin le hacía mucha gracia verlo hablar consigo mismo, escuchar su voz era una de las cosas más hermosas que le podían pasar al pelirrubio.

Una tecla resonó en todo el teatro, seguida de otra y de otra.

Jimin en su vida hubiese imaginado que escucharía a Min YoonGi tocando un instrumento.

La sonrisa que se asomó en el rostro del pelirrubio se iba tornando un tipo puchero, tenía ganas de llorar, no de tristeza, sino de emoción pura. Min YoonGi de un momento a otro comenzó a cantar. Sinceramente a distintos oídos su voz quizás no era la de un cantante profesional, pero eso a Jimin le importaba bien poco. Para él, no había una voz más perfecta que la del mayor.

"Estoy soñando...

con un corazón agitado

Te estoy mirando,

con un corazón palpitante, sin saberlo

Como hoy, cayó en mi corazón

Una estrella blanca

Está flotando y brillando en tus ojos

Te estoy dibujando...

En blanco, en el cielo de colores

Estoy dando la vuelta

por si acaso..."

En la última tecla emitida agachó la mirada, y tapo su rostro, llevando ambos codos encima del teclado, haciéndolo sonar con fuerza. --- Soy un jodido fracaso. --- El menor frunció el ceño confundido al escuchar esas palabras salir de su boca.

El pelinegro se levantó arrugando y haciendo bolitas las partituras que estaban a mitad de proceso y guardándolas sin cuidado alguno en su bolsillo.

Tomó su cuaderno y salió cabizbajo del teatro.









🌸¡Bienvenidos!🌸

Tengo muchas ideas para esta historia que quiero llevar a cabo y espero que realmente complete sus expectativas.

Por cierto la canción que tocó Yoongi es de una cantante también surcoreana, llamada Suran :) Es muy linda, se las recomiendo.

Les deseo lo mejor en su día, ánimo <3

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