El principio del Fin Pt. 2

440 23 120
                                    

José estaba sentado en una silla a lado de la cama. Su cuerpo arqueado hacia adelante reposaba llorando sobre las mantas de la cama. Se lamentaba y se maldecía a si mismo en silencio.
Sentía que su actitud mas que parecer dura, parecía la de alguien hambriento de venganza. Txus solo fue amable con él por primera vez después de tanto tiempo y lo había mandado sin remordimiento a una muerte de hielo.

De vez en cuando cambiaba las compresas que empezaban a enfriarse por unas mas tibias, le acomodaba los cobertores y le cubría la cabeza con gorros calientes pero... parecía que Txus no reaccionara ya. 

--Parece que estoy calentando a un muerto... --gimió evitando llorar mientras admiraba a su amor inexpresivo, inmóvil.

Apagó las luces de la planta baja, niveló la calefacción de la casa y se sentó en su silla a lado de la cama.
Miraba a Txus. Le lloraba, le extrañaba, le besaba la frente con delicadeza y lo arropaba con tanta ternura que le era difícil no sentirse culpable con todo eso.
De un momento a otro los parpados le pesaron, se acomodó como antes, y se quedó dormido.

A eso de las tres de la mañana, José volvió a llorar pero ahora con quejidos y lamentos de dolor. El no notar ni percibir movimiento o señal alguna de Txus lo derrumbó por dentro. Lloró y lloró sobre el filo de la cama con sus manos rozando el bulto que dibujaba el brazo de Txus.

El níveo abrió lentamente los ojos y se topó con la figura desolada del Vocalista.

--¿José? --preguntó la voz convaleciente y débil de Txus a mitad de la madrugada.

El batería sacó su mano bajo las mantas y acarició con suavidad la cabellera ondulada del moreno. 
José alzó la cabeza con descreimiento de lo que sus oídos escucharon. 
Txus le miraba un tanto acongojado.

--¿Te sientes bien? --preguntó limpiando la mejilla húmeda del atezado--. ¿Por que estás llorando?

--Estás vivo...--dijo acercándose hasta sentarse sobre la cama--. ¡Estás vivo Jesús, estás vivo! --exclamó clavando su rostro en el abdomen de Txus.

Txus miraba a José con confusión. No entendía lo que estaba pasando hasta que un leve recuerdo abordó su mente.

--¿Por que estoy en tu casa? --preguntó enderezándose un poco.

Al movimiento José se sentó normalmente sobre la silla. Se limpió el rostro con un pañuelo desechable y miró a Txus con remordimiento.

--Porque fui a buscarte --respondió--. Empecé a ver como el clima empeoraba. Llamé a tu casa pensando que quizá habrías tomado un taxi y ya estarías allá --hizo una pausa y bajó la mirada--. Al no recibir respuesta tomé el auto y tu gabardina. Salí a buscarte siguiendo la ruta que te ví tomar. Te quise seguir desde ese primer momento pero el orgullo me ganó.

Txus miraba a José con algo de desencanto. Bajó la mirada igualmente y apretó los labios con una mueca que dejaba entrever que de algo se acordaba.

--El clima ya estaba lo suficientemente hostil como para acabar con un animalito indefenso.  --le miró con pesar y siguió--. Pero lo único indefenso ahí afuera eras tu --prosiguió desviando la mirada en cuanto Txus le miró--... Estaba neblinoso y la brisa era tan fina y constante que me humedecí de inmediato. Estacioné el auto como fuera, tome tu ropa y corrí hacía ti. Estabas tambaleante y débil. Te grité y tardaste en reaccionar. Corrí hacia ti y te puse la gabardina encima y te la cerré por la espalda. 

--De eso recuerdo algo --interrumpió--. Solo que no sabía quien era la persona que se me acercó.

--Era yo, Txus. Era yo que fui a buscarte --dijo con los labios temblorosos--. Te pedía con ansío que me dijeras algo porque tu mirada estaba perdida y ya ni siquiera tenías escalofríos. Se te cerraban los ojos y aún así insistías en seguir tu camino... hasta que ya no pudiste mas y te desvaneciste.

Desde Mi Cielo (Mägo de Oz Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora