No Fue Mi Culpa. ♥ ➸ JaeYong℠ ❀

28♕Una vez más.

No cerré mis ojos... esta vez no los cerré.

JaeHyun entró a la empresa algo irritado por la discusión que había tenido con el menor en la noche. Comenzó a pensar, ya se había dado cuenta desde antes, la manera en la que lloraba había comenzado a lastimar algo de su ser y le irritaba aquello, no sabía cómo era que sus emociones reaccionan de esa manera y se salían de control al estar con el pequeño.

Era insano. Lo tenía cerca y podía sentir su corazón latir aceleradamente y un raro calor que lo llenaba de paz por unos momentos. Pero después, al ver al menor con el rostro asustado, fatigado, adolorido y lloroso, la calma de su interior se disipaba haciéndolo enfurecer.

Tú eras mi hermano.

La manera en la que el pequeño le gritó...

Tú... eras mi mejor amigo.

Las palabras que le dijo rompieron algo en él.

—¡Yoon Oh!— Llamó la atención Si Cheng cuando se abrieron las puertas del elevador en el que iba, distrayéndolo.

—¿Qué pasa?—Cuestionó tranquilo.

—Te espera el nuevo en tu oficina.

—Claro, gracias— Había olvidado que llegaba su nuevo funcionario. Había tenido la cabeza perdida mucho tiempo.

Llegó hasta su oficina y abrió la puerta encontrándose con un joven de su edad y cabellos caramelo platicando cómodamente con su secretaria en su silla de presidencia.

—Lamento interrumpirlos—Habló con ironía haciendo a la chica brincar del susto para girar a verlo.

—¡Señor! Lo si—siento... amm... él es JungWoo Ferrer el nuevo funcionario.

—Se quién es— Contestó caminando hasta su lugar, golpeo el escritorio con su maletín indicándole al tipo que se levantara o se iría de su empresa en ese momento.

El delgado joven se puso de pie elegantemente y JaeHyun se sentó.

—No me acabas de dar una buena primera impresión—Comentó fastidiado.

—Lo siento, señor Miller—Se disculpó cordialmente—Supongo que ya me conoce y todos lo conocen a usted, creo que no hacen falta las presentaciones.

El joven mantenía una sonrisa pegada a su rostro, sus ojos eran cafés de un tono bastante oscuro a diferencia de su piel de porcelana. JaeHyun lo examinó detenidamente, facciones delicadas, alto con buen porte, amigable sonrisa y ropa de tonos rosados.

—¡Oh! Lo notó señor, todos me lo preguntan, adoro el color rosa, espero que no le moleste.

—Lleva lo que quieras puesto siempre y cuando no rompas ninguna norma, podrás trabajar aquí pero no quiero que comentas un solo error, y también espero excelentes resultados en tu puesto, así como lo muestra tu currículo.

—¿Se tomó la molestia de leerlo?—Expresó con una adorable actuación de sorpresa preparada especialmente para JaeHyun—No se hubiera molestado señor, normalmente la gente ignora esas cosas.

—No me digas, Wendi te dirá tu puesto—Fue su última palabra, ambos salieron de la oficina y el hombre no quito su vista de JaeHyun. Un aire trágico rodeaba a JungWoo pero se tornaba luminoso cuando sonreía.

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El sexo con Taeyong era adictivo, jodidamente bueno y necesitaba cada vez más el máximo contacto posible con el cuerpo del menor. Aunque le lanzara palabras con todo el odio que se permitía entre gemidos que resonaban por toda la casa.