Un sólo instante cambió por completo mi vida. Fue tan sólo un momento, en el que yo estuve involucrado.
Las caricias, que yo creía eran amor se convirtieron en odio, mis días se volvieron en una noche sin estrellas.
Me siento encerrado y en realidad...
No me había dado cuenta... de lo mucho que cambie, sigo dejando el miedo que me provoca, me consuma y me atrape, yo no busco un modo de salir, y en menos de lo que me di cuenta me cambio, tanto... que ahora ya no puedo defenderme de otras personas.
El reloj marcaba alrededor de la 1 de la tarde, el sol brillaba pero era tapado por las nubes debido al viento.
JaeHyun recién había despertado y ahora se estaba dando un baño para salir a su trabajo. Dejando que el agua recorriera su cuerpo y lo limpiara, salió de la regadera con la toalla en la cintura y se acercó al espejo quitando el agua que le impedía ver su reflejo.
Notó el inicio del vello en su barbilla mientras el agua goteaba desde su cabello.
Abrió uno de los cajones donde guardaba su rasuradora y entonces vio que faltaba uno de sus rastrillos; enojado, azotó el cajón recordando la idiotez que había hecho el menor.
Decidió dejarlo como estaba, sólo se cambió vistiendo de traje como normalmente lo hacía para ir a trabajar y tomo todas sus cosas.
Se retiró de la casa sin desayunar, no tenía muchas cosas en la nevera, prefería comer en un restaurante y dejaba que Taeyong averiguara que comer por su cuenta pues no lo alimentaba muy a menudo. Tampoco pasó por el cuarto del menor, no le veía caso, a fin de cuentas Taeyong ya sabía que cuando el regresara tendría que estar toda la casa limpia y bien arreglada.
Se subió a su auto y arranco, iba con calma pues entraba ese día a las 2 PM, a una simple revisión, pero antes quería realizar una pequeña visita.
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Taeyong estaba caminando por la ciudad, los grandes edificios mostraban anuncios enormes y la gente lucía feliz como siempre. Ir a pie hasta el cementerio era muy lento, no iba con todas las ganas del mundo, quería ver a sus padres y llorarles pero tenía miedo de que JaeHyun se enterara, se supone que iba a trabajar desde las 2 así que tenía todo ese tiempo para verlos.
La ciudad era grande y ese día pareciera que llovería a pesar de ser tan temprano, sabía dónde estaba el cementerio pero aun así trataba de no perderse. Era ignorado por todos, cada quien en sus propios asuntos sin prestarle atención a nadie, y a él le gustaba que así fuera.
Iba a mitad de camino cuando se encontró con una tienda de arreglos florales que se veía distinguida y de buena calidad, revisó su mochila y sacó su chaqueta, se la puso poniéndose también la capucha y contó el dinero que llevaba, no era mucho pero podría llegar a un acuerdo con el encargado, así que con todo el valor del mundo entro al puesto para comprar las flores y llevarlas a sus tumbas.
Revisó con la vista cada una de ellas, eran arreglos grandes y lujosos con flores de miles de diseños y también había pequeñas docenas de rosas o violetas. No había nadie en la tienda y no veía al encargado por ningún lado.
Vio un arreglo de flores, eran 20 flores, 12 rosas y las otras 6 eran tulipanes blancos que decoraban y combinaban con las rosas rojas, ese le encanto, era perfecto, se acercó un poco a verlo y revisó el precio. Era una gran cantidad pero le alcanzaba el dinero.