Un sólo instante cambió por completo mi vida. Fue tan sólo un momento, en el que yo estuve involucrado.
Las caricias, que yo creía eran amor se convirtieron en odio, mis días se volvieron en una noche sin estrellas.
Me siento encerrado y en realidad...
-¿Qué mierda...?- Se preguntó confundido al ver al niño -¡¿Qué haces aquí?!- le preguntó molesto mientras se acercaba a él, no podía reconocerlo-¡Contesta!- Jaemin se cubrió los oídos y comenzó a llorar, se puso de pie y salió corriendo de la casa, evitando al mayor.
JaeHyun no lo siguió, cerró la puerta de la entrada con fuerza y caminó hasta el sótano.
Taeyong estaba muy asustado, los latidos de su corazón se movían frenéticamente, y su cuerpo temblaba.
JaeHyun entro al sótano, asustando de sobremanera el menor y comenzó a bajar las escaleras a grandes zancadas.
-¡¿Qué hacia ese niño aquí?!- Cuestionó en cuanto llegó al piso y se acercó a él.
-Nada-Respondió nervioso.
-¡No mientas!- Se agacho a él y lo tomó del mentón bruscamente provocando un quejido-¿Qué intentabas? ¿Pedirle ayuda?
-NO- No intentaba nada, no quería más golpes, no quería más dolor.
-Escúchame con atención, TÚ sólo me perteneces a mí, nunca podrás escapar de mí. ERES MÍO. Completamente mío.
-¡Suéltame!- Chilló el menor con sus ojos llenos de lágrimas y terror.
JaeHyun liberó a Taeyong de las esposas y lo cargó en su hombro hasta que subió a su habitación soportando los gritos y golpes. El alcohol lo estaba dejando sin razón. Mientras el menor pataleaba para que lo bajara. Lo lanzó a su cama y se subió encima de él.
Miró fijamente los ojos verdes del pequeño y su rostro aterrado mirándolo. Se acercó rápidamente y comenzó a besarlo, sujeto la nuca del menor y enredó sus dedos en el suave cabello de este obligándolo a no separarse, metía su legua y exploraba cada rincón, saboreaba el espacio en su totalidad. El beso continuaba con la lengua más experta mientras el pequeño ponía sus manos en el pecho del mayor intentando empujar para que se separen.
JaeHyun sujetó las manos de Taeyong, separando el beso un poco para subirlas sobre de su cabeza y continuar a retomar el apasionado e insaciable beso. Se separó ligeramente dejando un hilo de saliva entre los dos, observando las mejillas sonrojadas y la respiración agitada del pequeño. Le encantaba.
Continúo besando sus mejillas mientras que con su otra mano fue bajando el cierre de la sudadera negra de este hasta quitársela, continúo por el cuello y luego subió a su oído.
Taeyong se sentía muy extraño, su respiración lo agitaba, se sentía caliente y se estremecía con cada toque, no entendía que pasaba ¿Porque hacia eso?
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