Capítulo 44: "♫Amor marinero♫"

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La búsqueda de la Nota Vanguardista se había transformado en algo exhaustivo para nuestros héroes, quienes han tenido que verse envueltos en muchas dificultades por cada pueblo o reino que les ha tocado visitar. Por otro lado, desde el punto de vista de los villanos, para ellos tampoco ha sido una travesía demasiado fácil, pues las escasas pistas sobre la Nota, dejaban mucho que desear, y no les entregaba una ubicación exacta para encontrarse con ésta. De este modo los caminos se tornaron largos, y las melodías tediosas, así que... ¿cómo debería reaccionar el famoso villano, Hakim Vitali?

—Esto es una pérdida de tiempo —declaró a ojos cerrados el líder de los majestuosos zorros mágicos, quien se encontraba sentado una vez más en un carruaje yendo a una dirección incierta junto a sus lacayos.

—La Nota Vanguardista no está apareciendo en su radar; eso es inusual —mencionó Samael mientras se acomodaba con los antebrazos sobre el respaldar del asiento.

—¿Algo anda mal con el poder de nuestro amo? —preguntó Belfry sin ánimos de ofender, pero aun así logró enfurecer al albino.

—¡No hay nada de malo con mi poder! —sentenció él dando un golpe en una de las paredes del carruaje, asustando así a los caballos, como también al peliceleste.

—¡Lo siendo su majestad Hakim, yo no quería...! —Belfry bajó la cabeza enseguida intentando disculparse ante una falta que no había cometido.

—Cambiando de tema, creo que esos idiotas no se han dado cuenta como nosotros —mencionó el pelirrojo en lo que se examinaba con su vista las uñas de sus manos.

—¿Ellos siguen viajando aún con todas las pistas falsas que da ésta sobre su ubicación? —levantó la vista el ojizarca y de inmediato obtuvo una respuesta por parte del lobo de fuego.

—Su majestad, ellos creen que van por el camino correcto —aseguró.

—Cuando fui a guiarlos a la siguiente trampa, no dudaron en tirarse de cabeza a pesar de que sabían que lo era —aportó como dato Belfry a la charla. En cuanto a Hakim, él entre cerró los ojos con cierta molestia, pero luego suavizó éstos, e incluso, volvió a su anterior postura de pasividad.

—Son realmente incordiosos esos individuos —espetó.

—Sí, su majestad, realmente lo son —le dio la razón Samael, quien luego dejó entre ver una divertida sonrisa.

—No puedo creer que ese añejo dragón con su experiencia en batalla, no haya logrado exterminarlos —suspiró.

—Pero estuvo a punto de hacerlo —agregó Belfry al monólogo de Hakim.

—¡Pero no pudo hacerlo! —exclamó haciendo que el lobo de agua se encogiera de miedo en su asiento.

—¡Lo siento! —dijo tembloroso el muchacho.

—Vaya cobarde —mencionó entre dientes Samael refiriéndose a su hermano.

—Pronto llegarán a la trampa que les he preparado, y con suerte, los dividiremos —aseguró Vitali.

—¿Pero eso será suficiente? —preguntó el pelirrojo.

—No, no lo será, es por eso que debemos actuar de otra forma ahora —avisó el líder de los zorros—. ¿Cómo está la situación con ellos?

—Ahora mismo están surcando el cielo en un barco pirata perteneciente a un hombre llamado Melba; él intentó capturarlos, pero esa gata de nuevo se entrometió y lo evitó, además, parece que se conocen —explicó Belfry—. Y también, según el mapa, se dirigen ahora a Kaimail, el reino de los vampiros.

—Kaimail... ¡perfecto! —se alegró al fin nuestro villano—. Aprovecharemos su viaje por el barco de nubes, y les mandaremos otro regalo solo para que los persiga en el camino —sonrió con malevolencia.

Note Max ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora