꒰ glitch ꒱ 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘺 𝘬𝘪𝘥𝘴 ♡

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Minho despertó gracias a la alarma del teléfono de su novio, quien ya no estaba en el dormitorio. Apartó las sábanas de su cuerpo y, al estar semidesnudo, un aire frío lo golpeó.

Caminó hasta el armario de Chan para coger una de sus sudaderas que justo le llegaba a la mitad de los muslos.

Salió de la habitación hacia el salón, buscando a Chan, pero no había ni rastro de él.

--¿Chris?-- Llamó, pero no hubo respuesta. No había nadie más en el apartamento.

Se dio cuenta de que las llaves no estaban y su cartera tampoco. Quizás había salido a comprar algo, así que decidió sentarse en el sofá para esperar.

Al cabo de un rato, decidió sacar su teléfono para entretenerse, ya que Chan no llegaba, pero se dio cuenta de que estaba sin batería. Lo dejó enchufado en la cocina y regresó al sofá, donde se acurrucó porque tenía frío.

Después de media hora, las llaves sonaron en la cerradura el apartamento. Por fin.

--Estás despierto.

--Gran observación.-- Replicó sarcástico. --¿Por qué te has ido?

--Para comprar el desayuno.-- Levantó la bolsa que tenía en la mano.

--Hay galletas de ayer. Dime la verdad.-- En ese momento, se levantó del sofá y caminó hacia él, acusándolo con la mirada.

--Tranquilo, he comprado café. Sabes que no te miento.

--Y tú sabes que no me gusta levantarme solo. Me podrías haber despertado.

--Lo sé, lo siento.

--Bah, da igual. ¿A qué hora te vas al trabajo?

--Tengo media hora más.-- Sonrió.

--Me vale.-- Tomó la bolsa que tenía el mayor y la dejó en la encimera para cogerlo del cuello de la camisa y llevarlo al sofá con la frente contra la suya.

Una vez lo dejó tumbado bajo su cuerpo, comenzó a repartir pequeños besos por todo su rostro, causándole cosquillas cuando se aproximaba a su cuello.

Chris disfrutaba esos momentos todo lo que podía, pues sabía que lo suyo, al igual que todo, tenía fecha de caducidad.

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Habían pasado un par de días desde ambos incidentes con los chicos, pronto comenzaría octubre. Seungmin había mejorado muchísimo. Su sistema nervioso no se había visto afectado por el ictus, tan sólo había tenido que estar allí por precaución, pero al día siguiente le darían el alta.

En ese momento, Hyunjin se encontraba comiendo en su casa a toda prisa, hasta el punto de casi atragantarse con tal de ir a verlo. A Kim le entusiasmaban las visitas constantes del más alto, le alegraba la vida con sólo unas palabras.

En cambio, Hyunjin tenía un lío en la cabeza brutal. Había notado que Jinyoung últimamente estaba raro con él. Ya no pasaban tanto tiempo encerrados en el departamento ni quedaban por las tardes como antes. No sabía si habría tenido algún problema con su esposa, con él (si era así, no tenía ni idea) o qué ocurría, pero no se sentía bien respecto al tema.

Añadido a eso, Jeongin había comenzado a preparar una beca de estudios y estaba estudiando muchísimo, por lo que no podía recurrir a él en busca de afecto. Su padre trabajaba en una nueva novela y cuando eso ocurría no se le podía ni hablar o se cortaría su inspiración (a saber, cosas de escritores), su madre había recibido un ascenso a un cargo superior en el ministerio de educación, con lo que la veía menos y realmente necesitaba tener a alguien cerca.

Y ahí estaba Seungmin, aunque tampoco se podía mover demasiado, le bastaba con poder estar un rato con él a solas después de clase.

Si bien también tenía a Jisung, este últimamente se estaba separando un poco de él, decía que tenía asuntos pendientes y cosas importantes que hacer. Desconocía la razón, quizás estaba viendo a alguien, o haciendo algo que debía mantenerse en secreto. O tal vez sólo le evitaba, como al parecer hacían todos, menos Seungmin.

Llegó pronto al hospital con la mochila cargada de sus cuadernos de clase para poner a Seungmin al día. Se dirigió a la habitación 19 y entró a la vez que salía una enfermera con la bandeja de comida medio llena en sus manos.

--Hey, Min.-- Saludó.

--Hola.-- Seungmin tenía mejor aspecto que el día anterior, tan sólo tenía ojeras y algo de palidez, pero no tenía mala cara.

--Hoy han dejado tarea de Filosofía, ¿Quieres que te explique lo de hoy?

--Luego, ahora tengo sueño.-- Al terminar la frase bostezó, confirmando que efectivamente lo tenía.

Hyunjin asintió y se recostó en la silla de al lado de su camilla. Seungmin cerró los ojos durante un instante, pero en seguida los volvió a abrir. Rozó el brazo de Hyunjin con la yema de los dedos y este le prestó atención.

--¿Puedes recostarte conmigo?

--Eh... claro.-- Se levantó de la silla bajo la expectante mirada de Seungmin y se metió bajo las sábanas de la pequeña cama de hospital, quedando sumamente pegado a él.

Seungmin giró su cuerpo, dándole la espalda y Hwang captó la indirecta, con lo que lo abrazó por la cintura, por detrás, pudiendo oler así el maravilloso aroma del cabello de Kim.

Al cabo de un rato, se quedaron dormidos.

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Entre tanto, Changbin empujaba la silla de ruedas de Felix para llevarlo a su nueva habitación. Lo habían trasladado a planta hacía apenas un cuarto de hora y ambos se dirigían a ver su nuevo cuarto.

Changbin sabía que necesitaba un permiso para pasar tanto tiempo con él allí dentro, así que había comenzado a decir a las enfermeras que eran pareja, así le dejarían entrar y pasar tiempo con el único amigo de verdad que tenía.

No le molestaba que la gente pensar que salía con Felix, pues él sabía que no era verdad. No obstante, el menor no tenía ni idea de todo aquello y no sabía si se lo tomaría a bien o no.

--¿Qué planta es?-- Preguntó el bajito cuando entraron en el ascensor.

--La tercera.

--Es la habitación 25, ¿No?

--Sí. Creo que Seungmin está en la 19. ¿Podemos ir a verlo?

A Changbin no le apetecía nada tener que encontrarse con Seungmin, mucho menos con alguna de sus vistas, pero sabía que eran amigos de Felix y que le pondría contento verlo, por lo que accedió.

Entraron en la habitación 19 sigilosamente, o bueno, todo lo sigilosos que podían ser con una silla de ruedas.

Estaba todo sumido en silencio, hasta el punto que pensaron que se habían confundido de cuarto, pero no.

Vieron a Seungmin con otro chico recostados en la cama, durmiendo. El otro chico tenía la cara enterrada entre la almohada y el cabello de Kim, pero después de fijarse bien, notaron que era Hyunjin.

Salieron de la habitación con tanto cuidado como habían entrado. Si estaban dormidos no iban a despertarlos, por supuesto.

--Qué raro...-- Murmuró Felix.

--¿Qué?

--Nada. Te lo contaré cuando estemos en mi cuarto, quiero verlo.

--Pues vamos.