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Habían pasado un par de días desde el comienzo del curso. Jeongin se sentó junto a sus hyungs a la hora del almuerzo. Jisung y Felix conversaban de manera entretenida, Hyunjin y Seungmin comían de una misma bento box.

--Hyunjin hyung.-- Llamó el más joven en un murmullo, pero Hwang no se enteró. Volvió a llamarlo, esta vez algo más alto, pero nada. Hyunjin miraba a Seungmin y Seungmin a Hyunjin, parecía que no había nada más en el mundo. Jeongin repitió el llamado por tercera vez. Nada.

--¡Hwang Hyunjin! ¡Hazle caso al niño!

--Gracias, Jisung hyung.-- Agradeció el de brackets, quien al fin tenía la atención que quería. --Hyunjin hyung, ¿A qué hora será la fiesta?

--¿Eh? ¡Ah! En mi casa todos a las seis.

--Vale, gracias.-- Yang introdujo un pedazo de su almuerzo en su boca y masticó despacio, mientras observaba cómo Kim reía con algún comentario de Hyunjin.

--Felix, tú vienes también, ¿Verdad?-- Preguntó Jisung, captando la atención de Jeongin también.

--Sí. Por cierto, ¿Me podéis dar vuestros números de teléfono?

El móvil de Felix fue pasando de mano en mano mientras todos anotaban sus números en él, hasta que llegó a Seungmin.

--Eh... yo no tengo móvil... es decir, sí, pero es súper antiguo, de esos que tienen botones. No puedo enviar mensajes.

--Da igual, prefiero las llamadas a los mensajes de texto.-- Sonrió el pecoso, transmitiendo confianza y seguridad. Una vez todos acabaron, continuaron con sus almuerzos.

--Seungmin-ah, termina tú esto, me tengo que ir.-- Dejó los palillos en manos de Kim, que gustosamente siguió comiendo mientras Hwang se alejaba.

--¿Adónde va siempre?-- Inquirió Lee.

--Te lo contaremos cuando llegue el momento, Lix, espera un poco.-- Habló Han.

--Además, no es algo de lo que se pueda hablar aquí.-- Susurró Yang.

Hola, Jeonginnie
Soy yo, Felix

¿Te conozco?
Creo que tienes un número equivocado.

Oops, lo siento
Perdón por molestar

Espera, ¿Felix?

¿Sí?

Vas a mi instituto.

¿Seguro?
¿O segura?

Seguro está bien.
Sí, estoy seguro, te he visto hoy mismo. No creo que haya muchos australianos en Corea llamados Felix.

¿Y quién eres tú?

Nadie
No soy absolutamente nadie
Adiós.

Felix vio como el desconocido dejaba de estar conectado en el chat. Qué raro, ¿Será que Jeongin le había dado el número equivocado por accidente? Pero era demasiada coincidencia como para que resulte ser otro chico del mismo instituto...

Había sido un día largo. Una niña de primer curso había llegado sangrando por la nariz y, como buen enfermero escolar, tuvo que ayudarla. Luego llegó un chico algo mayor que había caído jugando al baloncesto y se había lastimado la mano. También había tenido algo de papeleo y una reunión con el padre del chico nuevo. Vaya salud más delicada.

Después del trabajo, Chris había ido a pagar sus deudas, puntual como siempre. Esos tipos no eran de fiar, y él lo sabía. Sin embargo, seguía teniendo deudas pendientes con ellos, suerte que ya no estaba en ese mundillo. Parte de él echaba de menos vivir las aventuras que solía, como si siguiera siendo un adolescente que quería pasarlo bien sin importar las consecuencias. Pero Christopher Bang ya no era un adolescente, iba a cumplir veintisiete años en menos de un mes, aunque aparentaba un par menos; debía comportarse como el adulto que era.

Estaba reventado, eso sí. Dormía fatal por las noches, la mayoría ni siquiera dormía más de cuatro horas. Estaba acostumbrado a dormir bajo los efectos de sustancias depresoras para su sistema nervioso. Era difícil vivir limpio, pero había conseguido salir una vez y no pensaba recaer en ellas.

Su móvil recibió una notificación. Era Minho, sonó el tono especial que tenía para él. Lo sacó rápido de su bolsillo y se alarmó un poco al ver que eran las once de la noche y aún tenía cosas por hacer.

Necesito que sea viernes.
Te echo de menos
Ven a por mí
Quiero verte
Te quiero mucho, Chris.

Mensaje reciente

Estoy fuera de casa, por favor, ven a recogerme.

Sin pensarlo dos veces se calzó, tomó su abrigo y sus llaves y salió disparado hacia su coche. Su apartamento estaba en la tercera planta, por lo que decidió correr por las escaleras.

El coche derrapó un poco en la esquina antes de llegar a la casa de Minho. Estaba sentado en la acera de enfrente, con la cabeza escondida entre sus rodillas.

--Minho, hey. Soy yo.-- Bajó del coche y se colocó a su lado, con el motor encendido y los faros puestos. --Ven aquí, vamos.-- Lee no levantaba la cabeza. Chan lo llevó al asiento del copiloto hecho una bolita. Allí, dentro del coche de su novio, se dignó a mirarle. Tenía un corte desde la ceja hasta el pómulo derecho y otro en la mandíbula. Suerte que no le había ocurrido nada en el ojo.

--Voy a matar a ese bastardo, te lo juro.-- Fue lo único que dijo Chan al respecto. Sabía el porqué de las heridas del coreano a la perfección. --Vamos a casa, ¿Sí?-- Minho asintió con la cabeza sobre el cristal de la ventanilla.

--Va a matar a Soonie. Dijo que va a matar a mi gato, Chan.-- Sollozó. Un torrente de lágrimas se deslizaba por su rostro. Minho amaba a sus gatos y nadie iba a lastimar nada que Minho amase.

--¿Qué culpa tiene el gato?-- Dijo mientras paraban en un semáforo.

--Yo que sé. Hoy he llegado tarde a misa y se ha cabreado, pero Soonie no ha hecho nada malo. Chris, no quiero seguir viviendo allí.

--Pronto podrás mudarte, pequeño. Puedes ir con tu padre y quedarte en mi casa de vez en cuando. Ya sabes que vivir conmigo es peligroso, pero puedes venir a dormir cuando te apetezca. O no a dormir, podemos ver películas o te puedo cocinar algo rico, ¿Sí? Pero eres menor y tu madre tiene la custodia compartida.

--Cumplo diecisiete el mes que viene.

--Pues el mes que viene serás libre de ir con quien quieras. Creo que con diecisiete ya puedes elegir legalmente.-- Bajaron del coche y caminaron de la mano hasta el ascensor. Una vez en casa, Minho tomó una ducha y después, sus heridas fueron curadas por Bang.

--No es profundo.

--¿Eh?-- El menor no estaba prestando atención.

--El corte de la mandíbula. Se te curará bien. El de la ceja igual te deja cicatriz.

--Siempre quise tener una cicatriz en la ceja, como los malos de las películas.-- Rió, pero notó un pinchazo en el pómulo al hacerlo.

--Cuidado.-- Advirtió con voz melosa.

--Gracias, Chris.

--No es nada, amor.-- Dejó un suave beso en sus labios. --Vamos a dormir.

--Abrázame.

--Siempre.


















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Voy a estar algo inactiva esta semana, me voy fuera de casa :')

Luv u, baii
~Saiko

꒰ glitch ꒱ 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘺 𝘬𝘪𝘥𝘴 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora