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/!\ contenido soft y un poquito (muy) changlix porque woojin es mi ult (?)
Anyways, disfruten de la otp suprema mientras puedan juju

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[Una semana después]

--Dime por favor que has entendido la diferencia entre must y have to.-- Musitó el angloparlante, harto de estudiar inglés con Seo y de estar en esa habitación. Le habían dado ya el alta, pero aún no había vuelto a clase.

Sus rodillas temblaban cada vez que se ponía en pie, por lo que, en casa, se movía con muletas y no podía salir a la calle. Changbin estaba decidido a hacer compañía a su único amigo y no se separaba de él en la medida de lo posible.

--Sí, lo entiendo.

--Más te vale. Pasemos a los verbos modales...

--Quieto, australianito.

--¿A quién llamas tú "australianito"? Te recuerdo que ahora soy tu profesor.-- Bromeó Felix.

--Bueno, pues teacher, ¿Qué tal si dejamos de estudiar y me invitas a cenar?

--¿Qué?-- Lo miró con asombro. Si bien él también tenía hambre y era más o menos tarde, no se esperaba en absoluto esa pregunta.

--Que vayamos a cenar a algún sitio bonito. Yo no tengo un duro, pero tú sí. Te lo compensaré, te lo prometo.

--Changbin...-- Bufó, pero se derritió al ver la expresión del mayor como si de un perrito mojado se tratase. --¿Esto se considera chantaje emocional?

--Vamos, yo te llevo en la silla. Te traeré antes de medianoche, tu padre no se dará cuenta.

--Está bien.-- Cedió, y Changbin le entregó un beso en la mejilla a cambio. No sabía en qué momento Seo se había vuelto tan cariñoso, pero no se iba a quejar. Puede, y sólo puede, que en algún momento el bajito le hubiera comenzado a atraer de cierta manera aunque la vaga imagen de Seungmin seguía rondando por su mente, pero cuando estaba con Changbin, se sentía completo, no pensaba en nadie más que en él.

Había un pequeño problema, y es que Felix estaba en ropa de casa, no iba a salir así y menos a cenar.

--Hey... ¿Me puedes pasar unos vaqueros y una sudadera de mi armario?

--Voy.-- Abrió el enorme armario que se hallaba enfrentado a la cama donde descansaba su amigo (quizás con posibilidad de algo más que amigo) y sacó unos pantalones que le llamaron la atención por ser blancos y negros, como un tablero de ajedrez, y lo combinó con una sudadera roja de cuello alto.

Le dio la ropa a Lee y esperó fuera a que se cambiara. Cuando escuchó unos golpecitos al otro lado de la puerta, la abrió, encontrando al chico con piernas temblorosas.

--La silla de ruedas está abajo, ¿Verdad?-- Adivinó, y Felix asintió.

El pelinegro tomó al rubio en brazos como pudo, al ser más bajito que él le costó dar con una posición cómoda para bajar las escaleras con él, pero la encontró.

El corazón del menor latía con fuerza al tener las manos de Changbin bajo sus muslos y en especial al estar con sus piernas al rededor de sus caderas mientras se balanceaban cada vez que bajaban un peldaño, pero por fin llegaron a la entrada y el rubio terminó en la dichosa silla.

Más veloces que un caramelo en la puerta de un colegio, salieron no sin antes coger la mochila de Felix con su cartera y las llaves.

--No me puedo creer que esté haciendo esto.

--Tranquilo, pequitas, me tienes a mí. Si algo se tuerce, la bronca nos la comemos los dos.

--Deja de ponerme motes, enano.

--No son motes, son apodos cariñosos. Ahora deja de quejarte por un día que estoy soft y elige a dónde quieres ir a cenar.

--Vale, vale. Han abierto un restaurante italiano a un par de manzanas de aquí. ¿Te gustaría ir a probar?

--Por mí bien.

Felix puso la ubicación del restaurante en su móvil y se la mostró a Changbin a través de Google Maps. Al cabo de un rato empujando la silla, llegaron a su destino.

El restaurante en cuestión era pequeño y acogedor, a Felix le recordaba a aquella película de dos perritos que veía de pequeño.

Changbin dejó la silla con australiano incluido en un lado de la primera mesa libre que vieron y él se sentó enfrente. Una chica pelirroja con cabello rizado en cuya camisa había una etiqueta con el nombre Yuqi en ella se acercó y les tendió una carta a cada uno.

--¿Han decidio qué quieren beber?-- Preguntó con una voz melodiosa.

--Yo quiero agua. ¿Tú qué, Lix?-- El pecoso asintió de acuerdo.

--Está bien. Enseguida vengo a tomarles la orden.-- Yuqi hizo una reverencia y se alejó bajo la mirada de Changbin, quien a su vez era detalladamente observado por Lee.

--¿Es tu tipo?-- Divagó el rubio.

--Nah, me gustan más con pecas.

Esa noche Felix descubrió un Changbin que no conocía, un Changbin con sentimientos, más atrevido, más romántico. A sus ojos ya no era el Seo Changbin de siempre, el chico oscuro y caótico con un pasado incierto, y cabe decir que este nuevo Changbin llamaba demasiado su atención.

--... ¿Felix? ¿Me estás escuchando?

--Sí, sí, perdona, me he quedado pensando. ¿Qué decías?

--Que si quieres spaghetti para compartir.

--Vale, me parece bien.-- Acto seguido tomó un sorbo de agua y apoyó la cara en su mano.

--¿Estás bien? ¿Te incomoda algo?-- Inquirió Seo al cabo de un rato de miradas no correspondidas con Lee.

--No, no, me gusta que comiences a soltarte y tengas iniciativa. Sólo estoy algo cansado, pero me alegra que tengas esta confianza conmigo a pesar de lo raro que fue el comienzo de nuestra amistad.

Amistad. Esa palabra no acababa de encajar bien en la cabeza de Bin. Quizás prefería ignorarlo, pero comenzaba a tener sentimientos por el chico frente a él.

--¿Puedo tomarles la orden?-- Yuqi volvió a aparecer con una libretita en la mano, dispuesta a anotar.

--Spaghetti para ambos.-- Esta vez habló Felix.

--¿Eso es todo?-- Dijo al terminar de apuntar.

--Sí, gracias.

Yuqi se fue y Felix descubrió la mirada embelesada de Changbin sobre sí. No sabía por qué le parecía que comenzaba a hacer algo de calor a su alrededor, pero era un calor reconfortante, acogedor, como esa sensación que le transmitía el más bajito. No era el tipo de calor tenso y agobiante que sentía con Seungmin. Ahí se dio cuenta de que sólo pensaba en Kim a modo de peligro inminente, como si tuviera un aura problemática.

Comenzaron a cenar tranquilos y a gusto, charlando de temas sin importancia, hasta que, sin darse cuenta, tomaron el mismo spaghetti, cada uno de un extremo, así como em la película de los perritos.

Changbin miraba a Yuqi trabajar, Felix miraba a la nada, pensando, y sus labios iban cerrando distancias inconscientemente, hasta que Seo giró la cabeza.

--Eh... Felix.-- Habló como pudo y el nombrado se sobresaltó.

Cuando conectaron miradas supieron que todo se iba a ir a la mierda de un momento a otro.

--Hey, mira a esos dos. Qué pareja más linda.-- Escucharon a Yuqi a lo lejos hablado con otra camarera.

--El de pecas es muy mono.-- Esas palabras de la otra camarera detonaron una chispa que Changbin no pudo controlar.

Antes de siquiera poder reaccionar, sus labios estaban unidos.

꒰ glitch ꒱ 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘺 𝘬𝘪𝘥𝘴 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora