|💧|
Pensamientos que carcomen.
Martes.
Deben de ser la una de la madrugada. Vuelvo a girar sobre la cama soltando un largo resoplido. He estado intentando dormir desde las diez de la noche, o tal vez desde antes. Pero mi cabeza no deja de reproducir esas imágenes que tanto me disgustan.
Las repite una y otra vez. Luego repite la conversación que tuve con Naomi horas atrás.
Mi propia mente esta jugando en mi contra, haciéndome sentir miserable.
Pienso en papá y lo que pensaría sobre lo que estoy haciendo con mi vida. Lo he decepcionado un millón de veces, por lo que está vez no será la primera.
—Papá, si me puedes escuchar. Solo quería decirte que siento nunca haberte hecho sentir orgulloso —pronuncio con la picazón en la nariz, clara señal de que estoy por llorar.
Sostengo mi cabeza con ambas manos, la siento palpitar del dolor que experimento y lo único que quiero es dormir. Dormir para dejar de pensar.
Recuerdo que nunca fui lo suficientemente lista o atlética para ganar una medalla. No me lo decías pero se que te incomodaba cuando los otros padres presumían los logros de sus hijos.
Pero si me decías que había nacido para triunfar, aunque después de un tiempo no volviste a pronunciar esas palabras.
Vuelvo a girar sobre la cama, esta vez no estaba al tanto del lugar, por lo que termine cayendo en el suelo. Suelto un suave quejido y me levanto adolorida.
Los recuerdos de esa noche me golpean y no quiero hacerlo.
No quiero recordar.
Porque recordar me hace revivir aquello con lo no fui capaz de cumplir.
Siempre supe lo infeliz que era mi padre, pero solo lo ignoraba. Pensaba que era algo pasajero que con los regalos y cariño de un niño se quitaría.
Que ingenua era.
Lo despidieron de su trabajo por no hacerlo con ganas. Mamá es abogada por lo que nos logró mantener gracias a su trabajo. Papá se sintió avergonzado por no ser capaz de ayudar a su propia familia ni a si mismo, y lo intentaba olvidar bebiendo. Además de otros sin fin de problemas que también intentaba olvidar bebiendo.
No es fácil ver como tu padre se desmorona cada vez mas con el pasar de los días. Que a los diez años, veas como tu familia sufre una crisis difícil de superar.
Bebía al despertarse, en el almuerzo, en la cena. A cada hora. Nunca nos agredió verbal o físicamente, simplemente se sentaba y bebía por horas hasta
quedarse dormido. Lidiando en silencio con sus propios demonios. El dinero que ganaba mi madre siempre fue lo justo y necesario, nunca quedaba para darnos lujos.Niego con la cabeza al sentir las lágrimas detenerse en la punta de mi nariz, las limpio y tomo impulso para comenzar a andar en dirección al baño.
Al estar completamente de pie, un fuerte mareo me invade y hace perder el equilibrio por unos segundos. Con ayuda de mi escritorio me desplazo lentamente hacia la puerta.
La abro y paso, con la misma velocidad, me dirijo hacia el baño al final del pasillo. Arrastrándome esta vez con ayuda de la pared a mis costados.
Es tarde y tengo hambre, además de tener unas increíbles ganas de vomitar.
Llego hacia el baño y abro la puerta con rapidez, me siento en el inodoro y me relajo. El mareo y las nauseas cesan por esos instantes. Y mi alrededor deja de dar vueltas.

ESTÁS LEYENDO
15 lágrimas.
Cerita PendekSin importar cuántas veces llores y te lamentes, el dolor no se detiene hasta que tú decidas que sea la hora de enfrentarlo.