~Parte 3: Todas las guerras comienzan con un solo paso.

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«Maldita mi suerte» Michael era un hombre de pocas palabras, los barrios le enseñaron que mientras menos hablara mejor le iría.

Creciendo en una zona peligrosa de los suburbios él aprendió varias cosas, principalmente sobre el conflicto, un padre que fue veterano y con problemas de ira eran un buen ejemplo, en lo personal y para su defensa, Michael jamas había prestado atención a las constantes peleas en su casa, cuando se crece en un ambiente tan oscuro y toxico eventualmente pierdes sensibilidad. Los problemas verdaderos surgieron cuando las peleas se extendieron a él, un día a sus catorce años su madre no aguanto mas y se marcho, pronto el epicentro del desahogo de su padre se volvió empujar a Michael a los extremos, algo que el llamo "Preparación para la vida".

Primero fueron las clases particulares, iniciando por deportes de contacto como el Fútbol y Rugby, exprimiendo el potencial de crecimiento en el joven, esto debido a que Michael había sido bendecido con una buena aptitud física natural, un cuerpo como un tronco apoyado por un talento para mantenerse firme. Aun sobresaliendo de entre sus compañeros su padre seguía sin estar satisfecho, en ocasiones lo reflejaba duramente.

Sin embargo el deporte fue buena experiencia, había encontrado algo que le apasionara, lo alejara de las peligrosas calles y lo ayudaría a entrar en una buena universidad a base de una beca. Eso debía ser, pero luego de dos años jugando Rugby, su padre inicio una campaña de comentarios y sugerencias agresivas que le invitaban a unirse al ejercito.

"Un buen hombre es un hombre que sirve a su país" Decía varias veces, el legado de la familia solo seria solidificado por un uniforme verde.

Michael se oponía en silencio, no quería decirle directamente, quería que el solo abriera los ojos al talento de su propio hijo y como sentía amor por el deporte o las actividades físicas, esa seria la mejor opción, pero como una vez su padre le había dicho "Las grandes guerras comienzan con grandes necesidades" y si Michael quería abrirle los ojos a su padre, debería de abrir sus propios ojos primeros, después de todo, ambos son un conjunto de tercos y obstinados padre e hijo.

- ¿Sabes que en dos años podrás aplicar para alistarte no? Si puedes forzarte tanto cono ahora sin duda seras uno de los mejores soldados. - Su padre se con traba de buen humor, algo que en lo que cabe, era inusual.

- Si... - Para Michael tratar de arruinar una buena charla con su padre alegre era un sacrilegio y perdida de tiempo.

Lo segundo que consideró como "Preparación para la vida" fue el conseguir un trabajo, su padre le había encontrado uno como ayudante de carpintero a la edad de dieciséis años, llenando por completo su horario entre semana, a la larga la disputa de que le generaba mas estrés si la escuela o el trabajo fue resuelta por el deporte, por alguna razón cuando estaba en la cancha el dejaría ir todo de si en el campo. Agradecía mil veces que su trabajo le permitiera seguir con los deportes, de otra forma probablemente se habría roto, también ayudaba que su jefe fuera padre de uno de sus compañeros de equipo.

Michael aunque agotado y llegando a los fines de semanas sin energías, aprendió el valor del trabajo duro, otra de las pocas que realmente podría agradecerle a su padre. Pero volviendo a lo anterior, ahora que tenia dinero propio podía costear algunas cosas, no demasiadas, solo era un ayudante después de todo, alguna salida los domingos, algo de comer con mucha carne en las calles o simplemente salir a ver una película, esto también ayudo a enseñarle como manejar el dinero.

La cosa por así decirlo es que cuando se tiene algo de dinero, los codiciosos buscaran hasta debajo de la piel, lo tercero que aprendió y sorprendentemente que no fue una enseñanza forzada por su padre, es que las personas siempre ocultan algo, ejemplo la novia que le robaba a escondidas, el "amigo" que se acostaba con la gata ladrona y la alentaba mas a robarle. Un sabor muy amargo se mantuvo en su boca, sobre todo cuando le rompieron el labio en una pelea al confrontar a su supuesto amigo.

¡No Soy Un Héroe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora