Mi corazón y mi mente se parten en dos. Deseando quedarme con Noah y a la vez salir corriendo de allí, e ir tras Eli, y explicarle lo que ha sucedido. Aunque no tengo muy claro lo que ha pasado, y dudo que contárselolo solucione algo.
- Noah... necesito hablar con Elías. No quiero que piense nada que no es. - anuncio esperando que lo entienda.
Baja la vista al suelo, inhalando aire por la boca, y asiente con la cabeza, aceptando molesto mi decisión, se separa de mi.
- Nos vemos en un rato ¿Vale? - balbuceo, sin encontrar contestación.
Se recuesta en la cama, encendiendo de nuevo el cigarro de mariguana a medio consumir, alejando su miranda y volviéndose de piedra de nuevo. No sé si estoy haciendo bien dejándole así, no se siquiera si merece la pena, pero tengo que intentarlo.
Aparto esa apestosa fábrica de humo de mi cara y le doy un pequeño beso en la fria mejilla antes de salir, sin conseguir ninguna reacción por su parte.
Atravieso la puerta, echando una última ojeada al chico que yace sobre la deshecha cama. Bajo las escaleras, apartando casi a empujones a toda esa marabunta de gente que entorpece mi paso. Busco a Eli con la mirada, no puede estar demasiado lejos o eso espero, pero o se a marchado o no consigo ayarle entre tantas personas.
Finalmente veo a Álex, que hace señales llamando mi atención.
—¿que te pasa? — pregunta este casi preocupado.
— ¿has visto a Elías? — pregunto si dejar de mirar a mi alrededor, buscándole.
Alex me mira con una expresión preocupada y niega con la cabeza.
— No, Dani y él te estaban buscando hace un rato. ¿Pasa algo? — trato de parecer calmada, ahora no hay tiempo para explicaciones.
— Nada, si le ves... nada déjalo. — Suspiro frustrada.
Sigo en mi busqueda, dejando a Álex de nuevo con la gente con la que estaba hablando.
Decido buscar fuera, cuando encuentro a Rosalía, manteniendo un animado debate sobre algo que no llego a comprender.
— Rosalía, ¿has visto a Elías o a Dani?— pregunto ansiosa, interrumpiendo la conversación.
— Acaban de pasar por aquí, estaban discutiendo o ... no se. Eli parecía bastante cabreado.
—¡Joder! — suelto para mí.
Se me acaban las opciones, no sé dónde buscar ni que hacer.
— ¿Paso algo?
Le explico rápidamente lo sucedido, intentando buscar un apoyo desesperado.
— ¿Que casi os besais? ¿Pero Noah no te odiaba?
— Noah estaba... estábamos hablando y ... no estábamos haciendo nada pero Eli a malinterpretado lo que ha visto.
— Ya... con razón Eli estaban así. Se les pasará, no te preocupes, pero no te ilusiones con Noah — dice rascándose la cabeza. — Auri. Sé cómo es, y... puede ser muy dulce, pero en cuanto te des cuenta se habra aburrido de ti, te habrá cambiado por otra y tu te quedarás hecha mierda.
— ¿Lo dices por propia experiencia? ¿Tu... Has tenido algo con el?
Ella se ríe, ante mi ingenuidad.
— Auri... Contigo no será diferente. Noah siempre ha sido asi. Y ahora peor. No se por que somos tan tontas que pensamos que podemos salvar a un chico así, de sus demonios, y créeme que tiene muchos.
— Eh... Bueno, tendré cuidado. Pero yo, no tengo nada con el. Solo... somos... — vacilo en mi respuesta.
— Ya... eso pensaba yo, y la mitad de las chicas que estamos aquí. Que somos ... y ni si quiera existe un nombre para describirlo.
Me quedo callada. Desmontada con toda mi teoría sobre algo que sentimos o ... somos. Quizá sea otra idiota mas. Otra idiota que se hace pajas mentales por un beso, o peor por un beso que no ha llegado ni a suceder.
— A mí no tienes que convencerme de nada. Pero después no digas...que no te avisé. — Dice con total empatía.
— Claro... Gracias.
— ¡De nada! — dice con una sincera sonrisa.— ¡Mira ahí los tienes! ¡Suerte!— dice mientras se marcha, señalándome a un grupo donde se encuentra Alba, Dani y Eli.
Camino hacia ellos, con pocas o ninguna esperanza de que me escuchen. Y así es,
Dani no parece estar dispuesto a escucharme, y según me ve acercarme se marcha. Y temo no correr mejor suerte con Eli, que permanece parado y serio hablando con Alba.— ¿Podemos hablar, Eli? — interrumpo al acercarme a el.
Eli, me da la espalda con descaro, mientras Alba hace gestos con la cara, avisándome de que no es un buen momento.
— Ahora no. Estoy ocupado ¿no lo ves? — argumenta atrapando entre sus manos la cintura de la chica que tiene en frente.
A Alba se la ve incómoda, siendo consciente de que Eli, le está utilizando para ignorarme. Ella coge aire, e intenta soltarse, sabiendo que con eso pierde toda oportunidad de reconciliación. Y yo me siento totalmente ridícula, y fuera de lugar. Era lógico, Eli no iba a perder su tiempo hablando conmigo. No después de lo que ha visto, de lo que se ha imaginado.
Sus palabras me golpean en el pecho y siento cómo las lágrimas amenazan con caer. No sé qué hacer ahora, ya no tengo esperanzas de poder hablar con Elías ni con Dani, siento que lo he fastidiado todo.
Siento que he vuelto a hacerme ilusiones con Noah y que posiblemente el lunes haya olvidado todo lo que me ha dicho, o lo que es peor, lo recuerde pero le importe una mierda, y solo haya querido pasar el rato, o demostrarse a si mismo que puede hacer y deshscer conmigo lo que quiera y cuando quiera.
Bajo la cabeza, sientiéndome derrotada y cruzo el humbral de la puerta del jardín. Afuera el silencio va tomando forma. La música, las risas y las conversaciones van quedando atrás dejando solo un murmullo.
Camino por las calles vacías. El frío y la humedad muerde mi piel, mientras mi mente da vueltas a pensamientos absurdos. ¿Cómo pudo esto salir tan mal? Me pregunto una y otra vez. Siento la soledad y la tristeza envolviéndome mientras camino hacia mi hogar, preguntándome si alguna vez podré arreglar las cosas con Elías y cómo puedo ser tan tonta de volver a caer con Noah.
Cierto que el necesita ayuda, necesita a alguien. Pero ese alguien no estoy segura de ser yo.
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¿Crees que se les pasará rápido el enfado? Y Noah ¿Será cierto que es así con todas? ¿Que debería hacer con él? Dejar vuestros comentarios. Os espero 😘
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El Killer
RomanceAuri, se encuentra sola y atrapada en un pequeño pueblo costero, soñando con terminar el último año de instituto, escapar de allí y estudiar en una gran ciudad y perder de vista a unos compañeros de clase que la hacen la vida imposible. Sin embargo...