Aprovechando que Zoe cuatro ojos se estaba bañando manipulé no sé ni cómo las palancas de luz de la habitación, para que le saliese de repente agua congelada en vez de caliente. Después de un rato disfrutando la devolví caliente. Todo parecía normal hasta que me empecé a reír por el grito que pegó y me delaté. Salió de la ducha ya vestida y con una cara súper roja. Parecía un tomate andante. Sólo pude reírme de nuevo a carcajadas.
-¿Te parece muy gracioso verdad?- estaba enfadada.
- Pues la verdad es que sí. Me gusta molestar a la gente y a mis compañeros de cuarto y más si no son de mi agrado.- dije riéndome- espero que tuviese una agradable bienvenida. - realicé una sonrisa torcida y entré a bañarme cuendo ella se fue de la habitación (por si acaso).
Dudaba de si me haría algo por venganza o no. ¿Qué me va a hacer esa plasta flojucha? Me dije a mi mismo. Pero en el fondo se sentía inquietud, parecía ser muy inteligente y eso es lo malo de meterse con gente lista. Aunque menos mal que gracias la pandilla a la hora de cenar recupere de nuevo mi nivel de luchador.
-¿Tú? ¿Preocupado?¿El Gran Caimán preocupado? ¿Y más por una cuatro ojos? -soltó Blas sorprendido..- eso sí algo de lo que se debe sorprender uno, como cuando el viejo de religión espira mucha aire y parece que va a palmarla-
- Vamos solo fue una bromilla de mal gusto, si se enfada por eso es una tiquismiquis. Entonces no querría saber que le espera a lo largo del curso- soltó Nick.
- Da igual su apariencia inteligente porque hemos podido con más . ¡¡¡Todos caerán a los pies de los caimanes imbatibles, arrr!!!- dijo Martín imitando a un pirata a modo de burla.
Todos reímos a grandes carcajadas sin parar hasta el comedor. Tras una cena exquisita nos dirigimos a la parte trasera del Instituto, a nuestro queridísimo techo, y como era costumbre para la pandilla ,abrimos botellas de ron ,vodka ,whisky, tequila y brandy. Todos los años hacíamos igual, sólo para celebrar el comienzo de las clases. ( o más bien para despedirnos del verano) En otras circunstancias recordaría a mi madre diciendo: no bebas, estar ebrio es malo, no sabes lo que haces, deja el alcohol... pero me tomé la libertad de hoy si hacerlo.
- Equipo A: Blas y Nick, equipo B: Zac, Bruno y yo- dijo Martín.
-Empezamos.- dijo Nick.
- A ver quién se acaba antes un vaso de ron negro- soltó Martín.
Nos dividimos por equipos y cada uno de nosotros tenía un vaso hasta arriba de ron negro. La cuenta atrás comenzó y empezamos a beber la mayor cantidad de ron en el menor tiempo posible. Esa ronda la ganamos el equipo B junto con las otras dos consecutivas: un vaso hasta arriba de vodka para cada uno y dos vasos de whisky. Pero ya sentíamos un mareo y unas ganas de vomitar increíble, el alcohol se nos había subido la cabeza. A pesar de ser más y haber ganado tres rondas, teníamos poco aguante comparado con ellos. Aún así cuando Nick gritaba rendidos, Martín rebatía con no seas cobarde, aún no hemos terminado, y todo se repetía de nuevo. Cuarta ronda, un vaso entero de tequila. Perdimos. Quinta ronda, un vaso entero de brandy. Como era de esperar, perdimos. Nadie salvo Nick se había acabado ese vaso. Ese chico parecía no tener estómago.
- He de decir que esta es la vez que más ebrio he estado- aclaré entre tropiezos intentando llegar a la habitación.
Había empezado a reírme y a hablar solo. Efectos del alcohol.
- ¡Hala! ¡Por el amor de dios! ¡Qué hiciste! - gritó Zoe cuando entré por la puerta.
- Niña, para empezar no grites, te oigo bien, y para seguir este no es tu problema así que ¡Fuera de mi vista!- le grité.
- Luego dices que yo no grite. Y esta es habitación compartida así que desgraciadamente sí es mi problema. Apestas a alcohol.- dijo alterada.
- Y ¿Qué más da niña?-
A continuación me caí al suelo de repente y me hice una herida en la cien contra la esquina de la mesa.
- Eres un desastre con patas. ¡Desaparece y te vas y puede que encontrar en instituto porque no estaba permitido, luego para colmo bebes hasta no estar más ebrio y te hace daño!- soltó preocupada.
-¡Cállate! ¡Pareces mi madre! ¡Ni que fueses ella!- -continué.- ¡Y déjame , esto no te importa!-
- Vale, he intentado ser amable pero ya que no quieres ser amigo mío no seremos amigos. Pero al menos yo me preocupo por las personas. Además, cómo te hayan visto podríamos tener un problema grave-
- no me han visto-
-¿ y tú que sabes? Si estás muy ebrio y no viste ni la puerta-
-¡¡he dicho que no me han visto porque no me han visto!! ¡ Y se acabó! -
-Pues como pase algo...-
- Tranquila, esto solo lo hago el primer día. Además, nunca me pillan. Y en el hipotético caso de que lo haga no te afectará a ti. ¿Contenta?-dije a regañadientes.
- ¿y tu herida...?-
- Es un rasguño pequeño, se curará.- dije intentando calmarme.
Tenías razón, esta vez me la jugué. Pero ya no lo iba a ser más y la herida era pequeña. Me curé, pero ella no paraba de mirarme con unos ojos de gatita preocupada, cosa que me enfadó más, así que intercambié mis últimas palabras con ella hasta el día siguiente:
- No seas una plasta FALSA-
No respondió.
Me dolía la barriga, iba a vomitar en cualquier momento. La cabeza me da vueltas, apenas podía mantener una visión borrosa de las cosas. Para eso chiquilla eso debía ser uno de los momentos en los que vea alguien tan débil y agazapado cuando normalmente es imponente. No sé porque lo hizo pero se agacho y me acerco una toalla, al igual que me ayuda atenderme en el pequeño sofá. Zoe no hablaba pero yo no paraba de quejarme: ¡ qué haces! ¡ no tengo 5 años puedo hacerlo yo solo! ¡ deja de tocarme y vete!
Lo que me sorprendió es que a pesar de que le vomité una vez encima siguió hasta que me encontraba mejor. Me había puesto una manta encima y limpiado el vómito. Así cuando me quejé por última vez me dejó.
Ella se bañó de nuevo y se suemió.
No sé ni cómo dormí esa noche, el dolor de cabeza insoportable. Sentía como sin estómago se deformase. Todo giraba en la habitación y mi cuerpo parecía una diana a la que lanzaban dardos. A la 3 seguía sin caer en sueño. Ya me encontraba mejor así que intentaré dormir algo. Seguía sin entender porque con el miedo que sentía Zoe me había ayudado. -Probablemente solo quiere que sus calificaciones no bajen y evitar problemas- pensé. Y así fue, creo. De cualquier modo, ella dormía inquieta.
Y por fin sobre las 4 el sueño se fue apoderando de mi cuerpo hasta cerrarme inconscientemente los ojos.... Lo bueno es que aunque el alcohol me provoca mareo y tarde lo suyo en recobrar el sueño por las mañanas estoy como si nada.
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De Plasta , A Mi Amor
RomanceZac adora meterse con Zoe, pero...y si acabase sintiendo algo por su bulling? Él no lo cree, pero cada vez que la mira, esos ojos azules lo enganchan y esa sonrisa le borra los problemas. ...