Mi novia

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Mire el periódico nada más levantarme. no parecía nada interesante salvo algunas cuestiones sobre el partido de baloncesto que tendría lugar ese viernes por la tarde. De este lunes no hay mucho que contar, pero lo que ocurrió me pareció interesante.

Primero esa noticia del partido de emoción a todos los estudiantes. El equipo nuestro, uno de los más famosos, el TigerBall, es de color azul y tenía un tigre tirando a canasta como logotipo. En el empezaron jugando Nick, Bruno y yo, pero Damián se sumó hace un año.  Eso por parte de los conocidos. Este equipo contiene a los más famosos y los mejores jugadores de baloncesto del insti House y estamos muy unidos. Este viernes jugamos contra otro instituto, un equipo llamado Los Piratas. mi equipo se compone de los que marcan la diferencia, como es Damián, uno de los mejores si es que ya no lo es, un chico al que llaman "Místery"  porque juega encapuchado y nadie sabe su identidad real, Bruno y yo que somos bastante máquinas Nick que defiende de maravilla y juega genial. Todos estábamos tan emocionados con eso que no pensábamos en otra cosa.

-Señorito Bruno y señorito Zac-  dijo el profesor sustituto de historia - parece que pensaís en algo más interesante que el libro que estoy explicando. ¿Se puede saber qué es?-

-¡Oh! Nada profesor- miento yo.

-Parece qué estáis en las nubes siempre. Atended a la clase.- dijo y continuó explicando.

De pronto un papel doblado cae en nuestra mesa y nos viramos: era de Martín y Blas.

"¿Por qué no hacemos una jugarreta hoy chicos? Quiero joder a Damián y a Zoe"- decía.

"Ni lo pienses" - escribí y se lo lancé.

No tardó en llegarme su risita y el papel de nuevo.

"Sois unos aburridos. Ya os lavaron el cerebro, que poco diraís en la pandilla"

"Mira quién fue a hablar, el que se alejó de nosotros" - responde Bruno antes de lanzarlo.

"Sí,ya estaíd oxidados. No valdríais la pena y por eso nos marchamos de la pandilla" - nos lanzó Martín el papel.

-Señorito Martín, no se lanzan papelitos en clase- le alega el profesor.

- Disculpe- dice él sonriendo.

"Ya se ve que buen amigo eres, el que nos abandona" -le escribe Bruno.

"SÍ, y el que dice que no valemos la pena" - escribo yo.

"Yo en buestro lugar me sentiría dolido, mucho jajajajja. Os a utilizado Martín, yo sólo estoy de su parte" - escribió Blas.

-¿¡Cómo!?- no pude evitar exclamar.

Todos estaban en silencio así que me miraron de repente. Martín y blas reían y me miraban.

-Señorito Zac, ya veo que se sabe de memoria todo esto ¿No?- reprocha el profesor.

-No profesor- agacho la cabeza.

Él siguió dando su clase y Bruno y yo seguimos estudiando. Martín y Blas reían a carcajadas sólo audibles para nosotros y de repente me viré y les mandé a callar.

-Uy, que miedito me das- burlaba en susurros Martín.

Seguí estudiando y de repente la camisa se me mueve un poco para detrás y unos cubitos de hielo un poco derretidos  caen por mi espalda caliente.

-¡Ah!¡Pero qué haceís!- grité mirando a Nartín y a Blas que reían. Cuando me di cuenta estaba de pié, había gritado, tenía la espalda mojada y el profesor me miraba enfadado.

De Plasta , A Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora