Me levanté aturdido. Todo lo que había pasado desde el principio de curso hasta ahora me parecía imposible. Todo había cambiado.
-Las cosas no son siempre lo que parecen, Zac- me dijo Zoe nada más bajé de la cama.
Ella estaba pálida y siguió en la cama. Poco rato después nos llamó Laura a todos para ir al gimnasio del instituto.
-Vamos, igual quiere disculparse- me dijo Zoe.
-Eres demaciado con fiada en la gente-
-Lo sé. Si no pues nos volvemos-zanjó.
Bajamos ella y yo al gimnasio donde para nuestra sorpresa estaban, no sólo Martín,Blas y Laura, si no que también Bruno,Nick,Damián,Valentina, Claudia Vázquez y Saúl el empollón. Todos.
-Por favor tomen asiento-Decía Martín.
-Sólo los reunimos para disculparnos- soltó Laura.
-Lo sentimos- dijo Martín.
Blas se había alejado del grupo y nadie parecía darse cuenta. Siempre pasaba desapercibido. Todos atendían a las disculpas mientras que yo ví cómo Blas trancaba con llave todas las puertas del gimnasio dejándonos encerrados.
-¿Pero qué pretenden?# grité poniéndome en pié.
-Disculparnos Zac- dijo Laura.
-Ya, claro. Para disculparse no hace falta encerrarnos en el gimnasio. ¿Crees que no me daría cuenta de que Blas cerró las puertas mientras todos les hacían caso a ustedes? -grité.
-Chico listo- reía Laura.
-Y ocultas algo,¿Es que nadie a visto cómo mantiene su mano derecha detrás de la espalda,que parece un gnomo? - dije señalando a Martín.
-Es mi pose de caballero para disculparme Zac, deliras- contestó este.
-No. Esa pose la usabas para esconderle cosas a los profesores cuando hacías travesuras y la conozco muy bien- confesé.
-¿Qué esconde algo?- se altera Bruno- ¡Es cierto!¡La pose de ocultar a profesores!-
-En efecto, ¿¡Cómo no me habré dado cuanta antes!?- admitió Nick.
-¡Eh! Es algo brillante- dijo Zoe.
Saúl y Valentina son los que estaban en la grada inferior. Valentina atemorizada corrió a la última con Nick,Bruno, Zoe y yo.
-¡¿Qué es lo que haces?! ¡Irás al director si nos encierras aquí!-Gritaba Saúl eufórico- ¡Soy claustrofóbico y te temo! ¡Dejadme salir! ¡Suéltame!- gritaba cuando salió corriendo a la puerta y Martín lo agarró.
Martín lo empujó contra el suelo y dejó ver su mano derecha: un cuchillo brillante y afilado. Pudimos ver aterrorizados cómo Martín apuñalaba el estómago de Saúl. Como su sangre brotaba y él lloraba, y gritaba, se desangraba rápidamente. Tendido en el suelo todos le abrazamos en el último aliento de su vida.
-Empollón de mierda, asqueroso claustrofóbico, niñato mocoso- había dicho Martín mientras lo mataba.
-¡Eres un asecino! ¡Sois unos asecinos! ¡Enfermos!- gritaba Valentina asustada y sollozando.
Todo pasó muy rápido mientras el terror nos invadía.
Laura besaba Martín apasionadamente mientras nosotros llorábamos por la pérdida de nuestro amigo o conocido. Martín posó sus manos en las nalgas de Laura y se morrearon un rato delante de nuestras tétricas caras. Nosotros salimos corriendo a una puerta, pero Blas con otro cuchillo nos bloqueó el paso. Estábamos contra la pared todos. Sólo había una salida de emergencia enfrente, la cual no se podía cerrar. Valentina corrió junto conmigo y llegamos allí sanos y salvos. Zoe, Damián y Bruno lo repitieron con éxito y Nick por último con Claudia. Subimos corriendo a nuestras habitaciones. Casi todas cerradas. En la primera abierta nos ocultamos todos. Bruno y Nick debajo de las camas y todo el resto en el baño.
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De Plasta , A Mi Amor
RomanceZac adora meterse con Zoe, pero...y si acabase sintiendo algo por su bulling? Él no lo cree, pero cada vez que la mira, esos ojos azules lo enganchan y esa sonrisa le borra los problemas. ...