Parte de mi vida te la dediqué, yendo a todo lugar que contigo tenga que ver, creyendo ciegamente en ti, mostrándote un gran devoción, entonces...
¿Por qué me dejaste aún lado cuando te pedí ayuda?.
¿Por qué ignoraste mis plegarias?.
¿Por qué no hub...
Era un pequeño niño de siete años, le gustaban pasar tiempo en la iglesia, amaba estar ahí se sentía protegido dentro de esas paredes con imágenes y esculturas dentro, estaba esperando a su madre pues ella se había ido un momento a hablar con los adultos y con buen hijo se quedó donde ella le dijo.
Aunque por momentos se aburría, deseaba que su hermano menor estuviera con el, pero su padre se negaba a que fuera y no podía ir en su contra, no entendía por que pero no le llevaría la contraria sería un buen niño.
Vio una sombra pasar detrás de una de las esculturas, así que por curiosidad la siguió, terminando fuera de una habitación donde se podían escuchar voces dentro, volteo hacia un lado de él y la sombra ya no estaba ahora era un joven de aproximadamente quince años.
-Ellos no quieren que lo sepas-hablo mirando fijo hacia la puerta-yo los elegí, se que todo saldrá bien.
-¿Por qué no quieren que sepa?-pregunto.
-Son tan creyentes de un libro, el cual ha sido modificado más de una vez por los humanos que no aceptaran lo que alguien le diga por que no está escrito.
-¿Usted me puede decir?.
-Claro, te haré abrir los ojos, te haré entender por que te han inculcado una religión, por que tu puedes venir aquí y tú pequeño hermano no, el por que tu madre está ahí dentro.
El niño lo miro un momento no entendía del todo a lo que se refería, así que solo asintió con la cabeza sonriendo para que el joven le dijera.
Llevo una de sus manos a la cabeza del pequeño, y le miró a los ojos.
-Todo estará bien ahora Wooseok.
El pequeño sintió un dolor en su cabeza que cada vez aumentaba con sus manos intento quitar la mano del chico pero era inútil, el dolor seguía aumentando y para ese punto ya estaba gritando.
Vio a su madre salir de aquella habitación está le miró asustada, se acercó e intento calmarlo, su madre decía algo pero el punsante dolor en su cabeza le impedía escuchar, la mano del chico seguía sobre su cabeza.
Pero su madre no veía al muchacho, solo le decía a su hijo que se calmará.
Cuando por fin quito la mano de su cabeza abrazo a su madre y comenzó a llorar, muchos recuerdos llegaban a su mente, tenía miedo.
-Ya sabes lo que tu madre te oculta-hablo el extraño-me tengo que ir, ya he terminado-miro un momento más a Wooseok y habló antes de darse la vuelta e irse-Mi nombre es Dohyun.
-Y eso pasó, soy como una joya para los ángeles-Wooseok le respondió algunas de sus dudas a Junho pues el día que este se reunió con Yohan, huyó.
-¿Igual que Jinhyuk hyung?.
-Si, pero él no es consiente de ello al renacer como ángel perdió sus recuerdos-el mayor miro sus manos-Eunsang no puede saberlo, no quiero que algo le pasé, Junho te pido por favor no le digas nada.
-Tranquilo hyung, no le diré nada.
-Gracias-sonrio y abrazo a Junho.
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Eunsang estaba pegado a la puerta de la habitación de su hermano escuchando atentamente su relato, relato que le contaba a Junho, y ahora que lo piensa en sus vagos recuerdos de su infancia su madre siempre estaba al pendiente de Wooseok.
Y entendía un poco eso al parecer su hermano era alguien importante para los ángeles por ello lo protegería.
Investigaria más sobre eso, tal vez era hora de ir a ver a su madre, después de todo no estaba loca como su padre lo había dicho.
Iría a ver a su madre y después buscaría a Jinhyuk.
¡Cielos!, Tres de la mañana. Si acá son las tres de la mañana en este momento :D.